Por Iván Navas. Octubre 2, 2017
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Arsenicum album, arsénico blanco, ácido arsenioso, cal de arsénico, óxido blanco de arsénico o anhídrido arsenioso, H3AsO3, generalmente no se encuentra libre en la naturaleza, sino mezclado al hierro, oro, bismuto, plata y antimonio, obteniéndose por calentamiento del arseniosulfuro de hierro o de otros minerales arseníferos de cobalto o níquel. En el comercio se encuentra bajo dos formas, ya sea en trozos opacos en la superficie y blancos interiormente, o en polvo de color blanquecino, de sabor insípido que produce un dejo metálico desagradable. Para usos homeopáticos se utiliza el ácido arsenioso en polvo, y se prepara según la regla 5-B (Uribe). Hahnemann fue el primero que la experimentó, encontrándose dos patogenesias de él: una en la “Materia Médica Pura”, y la otra en “Las Enfermedades Crónicas” (Perez).
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Síntomas característicos
1. Inquietud: ansiosa, compelido a caminar rápidamente, revolviéndose en la cama, impulsándolo fuera de la cama, quiere ir de una cama a otra, caminando hacia atrás y adelante, lo lleva de un lugar a otro, impulsándolo de aquí para allá, debe constantemente moverse, interna, periódica, alternando con inconsciencia (durante la fiebre) y estupor; durante el escalofrío, el calor febril, y la transpiración; durante las tiritonas, la cefalea, la coriza, la defecación, la menstruación, por la noche, después de la media noche.
“No hay ningún remedio que sea más agitado que éste. La agitación de Aconitum sobreviene en las etapas iniciales de las enfermedades inflamatorias, con fiebre elevada. La de Arsenicum aparece en las etapas posteriores, después que las fuerzas del enfermo se han reducido considerablemente o en las fiebres asténicas, como la tifoidea. El paciente de Aconitum se mueve de un lado a otro con angustia y miedo. El paciente de Arsenicum es demasiado débil para moverse como su angustia y agitación lo inclinaría a hacerlo. No puede moverse por sí mismo como desearía, pero quiere ser trasladado de un lugar a otro o de una a otra cama, ya que el menor esfuerzo de su parte lo agota terriblemente” (Nash).
“La agitación es la expresión más notable de esta personalidad. Arsenicum es presa de una inquietud ansiosa incontrolable, interna y vigorosa: no encuentra lugar, posición, reposo, paz. Siente que debe moverse constantemente, que está impulsado a moverse de un lado a otro, que no puede por nada permanecer quieto. Siempre con prisa, compelido a caminar rápido, parece que tuviera “alfileres”… Su aversión mayor es a la cama, de la cual huye por la quietud que le plantea. Si la afección, sin embargo, lo obliga a permanecer en ella, se enloquece: salta fuera de la cama; quiere ir de una cama a otra; quiere escapar súbitamente o hasta es capaz de inventar pretextos ridículos como que “quiere visitar a su hija”” (Draiman).
2. Ansiedad: de conciencia, por su salvación, sobre su propia salud, cuando está solo, con temor, cuando se espera algo de él, hipocondriaca, por la salud de sus parientes, por los demás, por bagatelas, periódica; durante el escalofrío, la fiebre y la transpiración; por dolores, con cefalea, durante el coriza y la tos, con estreñimientos, por vida sedentaria, durmiendo, al despertar, en la cama, impulsándolo fuera de la cama, al ascender escaleras, por la mañana, en la noche (en niños), después de medianoche, a las 3 horas, mejora con el movimiento.
“Su súper-yo lo acusa, manifestando ansiedad de conciencia con sentimiento de culpa. Se autorreprocha por sus errores y tiene remordimientos que lo martirizan. Elabora pensamientos obsesivos de culpa (ilusiones): como si no hubiera cumplido con su deber, que ha ofendido a la gente o a sus amigos, o como si fuera responsable de un crimen… Siente ansiedad por su salud y puede llegar a la hipocondría, en especial cuando se queda solo. El pensar en sus males lo agrava” (Draiman).
“Otra ansiedad prominente de Arsenicum es la ansiedad por los demás. Como cabría esperar por lo ya dicho (en relación a que Arsenicum es egoísta, que busca más recibir que dar), Arsenicum no es tanto una preocupación por los demás en sí, sino más bien un temor a perder a alguien próximo a él. De nuevo su ansiedad se basa en la preocupación por sí mismo. En consecuencia, mostrará poco interés por alguien extraño a él. Es un miedo a perder a alguien de quien depende” (Vithoulkas).
3. Miedo de la muerte: estando solo, estando solo al anochecer en la cama, al ir a la cama, por la noche (de 1-2 h, o de 1-3 h), al despertar, de muerte inminente, de una muerte súbita, por eso es inútil que tome la medicina, después de vejación, durante el calor febril y la transpiración, por dolor (en la cabeza), con molestias respiratorias, vomitando.
Otros miedos de Arsenicum al respecto son: a estar solo (por miedo de morir), del cáncer, al contagio (en niños), de quedar discapacitado, de ser envenenado, a la sofocación, de perder el control, de que algo sucederá, de los ladrones, de matar, del suicidio, de los cuchillos, sin causa, salta fuera de la cama por miedo. Tiene pensamientos, presentimientos, sensación y sueños de muerte.
“La ansiedad por la salud en Arsenicum es realmente profunda, es un miedo a morir. La idea de su propia muerte causa angustia intolerable al paciente Arsenicum. No es tanto el miedo a las consecuencias de un estado deteriorado de salud, sino el miedo al último estado de inseguridad, la muerte. Por esta razón el paciente Arsenicum exagerará muchos síntomas aumentándolos desproporcionadamente. Llegará a la conclusión de que tiene cáncer, e irá de médico en médico buscando a alguien que confirme su temor. Incluso si todas las pruebas son negativas no quedará tranquilo; su miedo angustioso e inquietud continuarán llevándolo a visitar a más médicos. Creerá que tiene cáncer porque es el símbolo de enfermedad fatal en nuestros días” (Vithoulkas).
4. Debilidad: con inquietud, por un ligero esfuerzo, por movimiento, al levantarse, al sentarse, al caminar, después de cualquier exceso, después de excesos sexuales, paralítica (deslizándose hacia abajo en la cama por una posición de medio sentado), rápida, súbita, trémula, como de muerte próxima, como de desmayo, después de enojo, por frialdad, por el calor del sol y del verano, por dolor, antes del escalofrío, antes y durante la fiebre, por la transpiración, después de comer,con náuseas, durante y después de la defecación, por diarrea, durante y después de la menstruación, en hidropesía, en la albuminuria, en la diabetes mellitus, en borrachos, por la mañana.
“Arsenicum presenta falta de aliento, postración, insomnio y otros trastornos, después de subir una ladera o después de efectuar otros esfuerzos musculares. Esto demuestra lo débil que se encuentra el paciente. Esta debilidad puede estar vinculada a diversas clases de enfermedades. Se me podrá decir que es común que los enfermos estén débiles. Esto es muy cierto, pero el paciente de Arsenicum está débil en forma desproporcionada al resto de su dolencia o por lo menos así lo parece; se trata, además, de una postración general, no solamente local, como la sensación de debilidad en el pecho que presentan Phosphoricum acidum, Stannum y Sulphur; en el abdomen, como en el caso de Phosphorus; o en el estómago, como en el caso de Ignatia, Hydrastis y Sepia” (Nash).
5. Dolores ardientes, que mejoran con el calor. Dolor ardiente en: cabeza (frente sobre los ojos), ojos, nariz, cara, boca, lengua, garganta, esófago, estómago, abdomen, recto, vejiga, uretra, ovarios, pene, pecho, mamas, espalda, columna, extremidades, ganglios, músculos y vasos sanguíneos.
Mejoría por el calor: de la cama, de la estufa, por las envolturas calientes, por el aire caliente, por el baño muy caliente, por la comida y las bebidas muy caliente; tiene deseo de calor, de ropa caliente. Personas con falta de calor vital (friolentos), que agravan por el frío, el aire frío, al enfriarse, en tiempo húmedo o frío húmedo, por mojarse en habitaciones húmedas, caminando al aire libre, después de desvestirse, descubrirse, con la comida fría, y con comer hielo.
“Arsenicum está al frente de todos los remedios para la sensación de ardor, especialmente en las enfermedades agudas. Este ardor de ninguna manera está limitado a estas enfermedades, pues también se lo encuentra a menudo en afecciones crónicas, particularmente en aquellas que tienen un carácter maligno o una tendencia a la malignidad… Difícilmente haya un órgano o tejido del organismo humano donde no se puedan encontrar estos ardores de Arsenicum… Este ardor, por extraño que pueda parecer, es sumamente mejorado por el calor: por las aplicaciones calientes, si éstas pueden ser puestas en contacto con la parte afectada y también por el calor de una estufa o por el calor de una habitación caliente… En las afecciones de la garganta de Arsenicum debidas a resfríos, los ardores de la garganta, así como los provocados por el derrame nasal excoriante, son mejorados por las aplicaciones calientes. El ardor de la garganta se alivia comiendo o bebiendo cosas calientes” (Nash).
“No estará indicado Arsenicum, cuando este ardor es una mera sensación. Los pacientes ocasionalmente se quejan de ardores en distintos lugares, que provienen de causas nerviosas únicamente. En estos casos Arsenicum no dará resultado. He visto a muchos médicos prescribir Arsenicum cuando las señoras se quejan de ardor en los ovarios; no habiendo ninguna evidencia de inflamación activa, pues el ardor puede deberse únicamente a una ovaralgia. Arsenicum en estos casos no puede dar resultado; sin embargo, en los casos de ovaritis con esta clase de dolor, Arsenicum será un medicamento inestimable. Todos los casos en que Arsenicum está indicado, son mejorados por las aplicaciones calientes y notablemente agravados por el frío… Las inflamaciones que produce se caracterizan por su intensidad y por su tendencia a la destrucción de los tejidos que afecta. En las inflamaciones locales de Arsenicum, encontraremos dolores quemantes, lancinantes, como sensaciones características. Esto es descrito por el enfermo «como si unas brasas le estuvieran quemando la parte afectada». A menudo esto va acompañado de dolor punzante. Ahora bien, cuando Arsenicum es el medicamento indicado, revela la destrucción de los tejidos; de aquí se deriva su indicación en la gangrena, en la escara, en el carbunco y en la terrible enfermedad del cáncer” (Farrington).
6. Secreciones mucosas: corrosivas, fétidas u ofensivas, acres, ardientes, calientes, acuosas, espesas, viscosas, tenues, amarillas, verdosas, sanguinolentas, de sabor salado. Las secreciones de las úlceras en la piel son: corrosivas, malolientes (pútridas), sangrantes, icorosas, acuosas, verdes, tenues, escasas, copiosas.
“Las secreciones y excreciones de Arsenicum son acres; él escoria las partes, ocasionando ardor. Las descargas de la nariz, de los ojos, producen rojeces e irritaciones alrededor de las partes, y esto mismo se puede decir de todos los líquidos que salen por los demás orificios. En las úlceras hay escozor, y la secreción sanguinolenta escoria las partes a su alrededor. El olor es pútrido como de partes gangrenadas o de peces podridos, y esto mismo sucede con las heces, leucorrea, sangre, menstruos, expectoración, etc.” (Kent).
7. Periodicidad: cada año, cada dos semanas, cada tres o cuatro semanas, cada semana, cada cuarto día, días alternos, cada día, las dolencias vuelven a la misma hora, exacto. Periodicidad en: ansiedad, inquietud, desesperación, tristeza, indiferencia, fantasías, fiebre (cada día, días alternos, cada dos días, cada cuarto día, cada semana, cada segunda semana, cada año), transpiración, convulsiones (epilépticas), pulsación de la cabeza, coriza, náuseas, diarrea, respiración asmática, tos, debilidad en las extremidades, molestias en los miembros inferiores.
“Todo tiene periodicidad en Arsenicum, y esta es la razón de su uso extenso en la malaria. Los dolores de Arsenicum son periódicos, a días alternos, o por cuatro días, o por una semana, o cada dos. Cuanto más cronicidad tiene el mal, más largo es el ciclo” (Kent).
8. Sed: de pequeñas cantidades y a menudo, de grandes cantidades (y a menudo), inextinguible, extrema (bebe más de lo que debería), bebe apresuradamente, ardiente o vehemente (sin deseo de beber), de agua fría (a cortos intervalos); antes, durante y después de los escalofríos; durante el calor febril, después de las convulsiones, antes de la defecación, por la noche.
“El enfermo no bebe mucho de una vez, un sorbo le basta, pero debe tomarlo con frecuencia. Esto, tal vez no indica sed, sino más bien una necesidad de algo que le alivie la gran sequedad o fuego que siente en la boca, faringe o estómago; estos sorbos de agua lo aliviarán momentáneamente, pero debe tomarlos con frecuencia porque el ardor vuelve pronto” (Pierce).
“Recuérdese siempre que en el estado agudo de Arsenicum tiene sed a menudo y de poca cantidad de líquido, boca seca y deseo de agua lo bastante para humedecer los labios; en los estados crónicos de Arsenicum, el paciente está generalmente sin sed… La sed comienza al iniciarse el calor y aumenta con la sequedad de la boca, el paciente desea solamente humedecer la boca; cuando después suda, la sed comienza a ser fuerte para grandes cantidades y a breves intervalos, y cuanto más suda más deseo tiene de beber” (Kent).
9. Agravación de noche, después de medianoche, principalmente de 1 a 3 a.m. Los síntomas que figuran en el repertorio como agravación después de medianoche y de 1 a 3 horas son: ansiedad, inquietud, miedo, asustadizo, llanto, disposición al suicidio, deseo de ser matado por puñalada en el corazón, escalofrío, fiebre, transpiración, insomnio; sueño ligero, inquieto; despertar, despertar por calor febril, dolor de estómago, náuseas, diarrea; tos crupal, profunda, sofocante; respiración difícil, asmática; palpitaciones del corazón, pulsación en los ojos; dolor en los ojos, en los dientes y en los miembros inferiores.
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Síntomas importantes
1. Desesperación: de su recuperación (durante la convalecencia), por su salvación religiosa, de la vida, con los dolores, durante el calor febril, durante el escalofrío y la transpiración, periódica, con ansiedad e inquietud. Dudoso: de su recuperación, de su salvación.
“Arsenicum tiene sentimiento de desesperanza aliado a una sensación de muerte próxima e irremediable. Por lo tanto, siente que sus perspectivas vitales están acortadas, que ha perdido su fe y nada puede esperar para un futuro, de por sí carente de expectativas positivas, plagado de fracasos y sinsabores, y signado por una muerte inevitable… Duda de su recuperación, piensa que todo remedio es inútil, y en definitiva es capaz de rehusar todo tratamiento, a pesar de estar muy enfermo; o dice estar bien, cuando la realidad indica todo lo contrario. Entra en la desesperación por su recuperación y en la desazón por el curso de la enfermedad que siente irremediable” (Draiman).
2. Concienzudo por bagatelas, bagatelas parecen importantes, cuidadoso, no puede descansar cuando las cosas no están en su lugar, manía por la limpieza, fastidioso, reprocha a los demás.
“No puede tolerar que hayan cosas fuera de su lugar habitual, es excesivamente pulcro, ordenado, escrupuloso, hasta riguroso o puntilloso, aun en problemas o aspectos insignificantes de la vida corriente, lo que lo convierte en un individuo pesado, fastidioso, que constantemente reprocha a los demás” (Vijnovsky).
“Tiene manía por la limpieza y nunca queda conforme, “limpiando limpio sobre limpio”. Su aspecto personal no escapa al cuidado del mínimo detalle de pulcritud con una presentación impecable: es el “caballero de guantes blancos y bastón con empuñadura de oro” de Hering… La meticulosidad se exacerba durante sus enfermedades, por más postrado y débil que se sienta. Fastidia con que el cuadro está torcido, el mantel caído, la ropa tirada, que hay suciedad aquí o desorden allá; etc. Está imposible e intolerable” (Draiman).
3. Avaricia, avidez o codicia, lleno de deseos (más de lo que ella necesita), egoísmo, envidia (y avidez), ilusión que se dedica a negocios comunes o que su familia pasará hambre, miedo de pasar hambre.
“Otro aspecto notable en la personalidad de Arsenicum es la avaricia a la cual es singularmente proclive, cuando elabora una sobrevaloración enfermiza de las posesiones materiales. Pero su afán de acumulación, no hace más que acentuar su desasosiego, porque ahora la obsesión estriba en cuidar sus pertenencias de las que teme en todo momento ser despojado. Se pone muy suspicaz, desconfía de las intenciones ajenas y padece un terror por los ladrones. Se propone una alerta escrupulosa sobre los factores posibles de afectarlo. Duerme con un ojo y con el otro vigila. Y así su vida transcurre miserablemente, porque pese a una fortuna acumulada no la disfruta. Su mayor placer es contar y recontar los contenidos de su tesoro; pero le repugna gastar por darse un gusto o proporcionárselo a su familia… La avaricia engendra la codicia como un apetito exagerado por poseer más y más riquezas; la envidia, por el deseo vehemente de bienes y cualidades que otros poseen; y los celos frente a posibilidades posesivas, en competencia que siente como desigual en relación con su rival” (Draiman).
4. Insomnio: antes y después de medianoche, después de las 3 horas, por inquietud (del cuerpo), por ansiedad, por actividad de pensamientos, después de esfuerzo mental, después de un esfuerzo, por cansancio, después de despertar, por sacudidas, por sobresalto, por estremecimiento de los miembros, por dolor en los miembros, por orgasmo de sangre, en niños.
5. Fiebre: externa, interna, ardiente (principalmente la sangre parece arder en las venas), irritativa, mejora por calor, después de abuso de quinina, por la noche, fiebre amarilla, gástrica, héctica, séptica, continua, remitente, periódica, intermitente, cuartana, estadios irregulares, alternando con escalofríos, transpiración después del calor o el escalofrío, o fiebre sin transpiración.
“En la fiebre intermitente la indicación general será la desigualdad de los tres periodos. Hay un corto escalofrío, fiebre prolongada y sudor corto, o el escalofrío y el sudor, uno o ambos, pueden ser suprimidos, pero la fiebre es prolongada. El paroxismo por lo regular, puede presentarse a cualquier hora, pero lo más frecuente es que empiece de 12 a 2 a.m. o de 1 a 2 p.m. y puede anticiparse. El escalofrío es corto, y el enfermo se acerca al fuego para sentir alivio o quiere que se le abrigue demasiado, no habiendo sed generalmente durante el escalofrío. La fiebre es de larga duración, alta y quemante, acompañada de inquietud, abatimiento, sed e irritabilidad del estómago. El sudor es muy variable y con frecuencia no existe, y siempre hay gran agotamiento y abatimiento después que ha pasado el paroxismo” (Pierce).
“Frialdad y escalofríos violentos que el paciente describe como sensación de agua helada que corre por las venas. Cuando a veces surge la fiebre y el paciente está intensamente caliente de la cabeza a los pies, antes que aparezca el sudor, siente como si agua calentísima corriese por sus vasos sanguíneos. Después viene el sudor, la diarrea, la postración, y el paciente se lamenta nuevamente de frío. Mientras el sudor a veces alivia la fiebre y los dolores, no es capaz de hacer esto con el decaimiento” (Kent).
6. Hidropesía externa: por fiebre intermitente, acompañada de lengua pálida o de color rojo brillante, con exudado seroso, durante el embarazo, después de la escarlatina; por enfermedad del corazón, hepática o de los riñones. Hidropesía: interna, en cabeza, en abdomen (ascitis), en el pecho (del pericardio, con respiración impedida, con hinchazón de los pies), en general después de erupciones suprimidas. Hinchazón hidrópica o edematosa en: cuero cabelludo, cara, párpados, garganta (úvula), glotis, pulmones, abdomen, escroto, pene, ovarios, útero, miembros inferiores, pies y piel.
“La cronicidad de Arsenicum no podemos más recalcarlo, tiene color céreo, condición hidrópica, edematosa, especialmente en las extremidades, en las cavidades serosas, hinchazón alrededor de los ojos y en la cara. De los párpados, está más especialmente hinchado el inferior que el superior; al revés de Kali carbonicum, que la hinchazón es más bien del párpado superior, entre éste y la ceja” (Kent).
7. Cáncer en: cara (epitelioma, lupus), nariz, lengua, labios, laringe, estómago, hígado, páncreas, colon, recto, testículo, escroto, útero, vagina, ovario, mamas, pulmones, enfermedad de Hodgking.
“Arsenicum puede ser empleado en el cáncer. El epitelioma ha sido curado por Conium, Hydrastis, Arsenicum, Clematis y algunos otros remedios, pero en casos de cáncer genuino expuesto, no he visto ninguno curado; pero aún en los casos incurables, es posible lograr alguna mejoría. Los dolores del cáncer, como sabemos son torturantes, de carácter agudo y lancinante; un cuchillo introducido al rojo vivo en la región afectada, no produciría mayor dolor. Arsenicum, en ocasiones, mejora cuando está indicado” (Farrington).
8. Dolor de cabeza: en la frente (sobre los ojos), violento, enloquecedor, ardiente, pulsante, martillante, aturdidor, neurálgico, nervioso, crónico, periódico (cada día, cada dos semanas), paroxístico, antes o durante el escalofrío, después de la fiebre, durante la coriza, en habitación caliente, en bodegas o sótanos, al aire frío, enfriándose, por luz, por licores, al comer, por presión en el abdomen; mejora: al envolverse la cabeza, acostado con la cabeza alta, caminar al aire libre, por movimiento; acompañado de: náuseas, vómitos, cara pálida y transpiración.
“Cuando la cefalea es de carácter congestivo y con sensación de calor y de ardor en el interior de la cabeza, y parece que esta debe estallar, y la cara está roja y caliente, esto se verá mejorado con aplicaciones frías y con el aire libre y frío. Este síntoma es tan marcado, que cuenta Kent de un paciente que estando en la habitación con muchos vestidos para tener calor en el cuerpo, quería siempre la ventana abierta porque el aire fresco le producía alivio en la congestión cefálica. Pero como se ha dicho, si en vez de dolores profundos se tratase de neuralgia facial o pericránea superficial, el alivio será igualmente dado por el calor, como sucede con los dolores del cuerpo… Muchas cefalalgias son seguidas de náuseas y vómito, y son fortísimas, especialmente aquellas que se presentan cada dos semanas” (Kent).
9. Cara cerosa, clorótica, hipocrática, hundida. Coloración de la cara: amarilla, azulada (círculos alrededor de los ojos), cianótica, color enfermizo, labios pálidos o negros.
“Cara alargada, enflaquecida, pálida, palidez verdosa cadavérica; rasgos marcados, apergaminados, caídos; nariz afilada, piel fría, seca, arrugada, escamosa, revestida de pequeñas escamitas furfuráceas; o cubierta de sudor frío y viscoso. Cara caquéctica, hipocrática. Sobre este adelgazamiento, lívido, seco y frío, se destaca el rojo congestivo de los ojos y la hinchazón o edema palpebral, con predominancia en párpados inferiores. Labios secos, apergaminados, resquebrajados, lívidos, azulados. En el labio inferior, partiendo de las comisuras, hay una zona cubierta de pequeñas costras finas y blancuzcas, que el paciente humedece frecuentemente con su lengua porque se reproducen enseguida” (Lathoud).
10. En la lengua: dolor ardiente, como quemada; agrietada, aspereza, sequedad (durante la fiebre), hinchazón en la base externa e internamente, papilas agrandadas, vesículas, con impresión de los dientes, limpia; coloración roja, blanca (durante la fiebre), marrón, azul.
“Arsenicum es de valor para muchas enfermedades de la lengua, tales como neuralgia, llagas cancerosas y epitelioma, todo con dolor quemante. En las fiebres la lengua está seca, obscura o negra, y lisa como barnizada. En condiciones gástricas, la lengua con frecuencia está desollada y partida, semejante a un pedazo de carne cruda” (Pierce).
11. Coriza: ataques violentos, derecha, por enfriarse estando acalorado, suprimida, extendiéndose a senos frontales, que mejora en una habitación cálida; se acompaña de fiebre, frialdad, dolor de cabeza, secreción, estornudos frecuentes, dolor ardiente o como en carne viva en la nariz, excoriación de las fosas nasales, pérdida del olfato, inflamación de la laringe, voz ronca, crup y tos.
“Arsenicum es un excelente medicamento en los catarros del invierno. La nariz deja escurrir un líquido delgado, fluido, acuoso, que excoria el labio superior y, sin embargo, las cavidades nasales se sienten obstruidas todo el tiempo. Esto va acompañado de una sorda cefalalgia frontal con latidos. Repetidos ataques de esta especie de catarro o coriza, producen una evacuación de moco-pus amarillento y espeso. Ulceras y costras se forman en la nariz; el estornudo es un síntoma prominente” (Farrington).
“No es un estornudo franco, extraordinario, sano, que satisfaga y haga pronunciar a los presentes la palabra “salud”, sino un paroxismo de estornudos y después de tanto tiempo de no poder tomar aliento, se encuentra uno con que la irritación de la nariz es tanta o más que cuando se empezó a estornudar” (Pierce).
12. Respiración asmática: espasmódica, bronquial, periódica, en niños, en gente mayor, en borrachos, después de cólera o enojo, por heno, después de erupciones suprimidas, por la noche (después de medianoche, 2 horas, debe saltar de la cama), aparece mientras duerme, por resfriarse en verano, por cambio de tiempo. Respiración dificultosa: por moco, como por polvo, después de un esfuerzo, al caminar (rápidamente), al ascender, acostado, al girar en la cama, a las 2 horas, durante la fiebre, acompañada de tos. Respiración sibilante, con ataques de sofocación, detenida durante la tos. Expectoración: copiosa, espumosa, mucosa, sanguinolenta, de gusto salado, de olor maloliente, de día solamente.
“Arsenicum es uno de nuestros principales remedios en el asma, ya sea agudo o crónico, con agravaciones después de la media noche y por acostarse; el enfermo está fuera de sí y muy angustiado. Puede complicarse el caso con enfisema, siendo la espiración muy prolongada, como sucede en esta enfermedad (Farrington).
13. Dolor en el corazón presivo, cortante, ardiente. Constricción y opresión en el corazón. Ansiedad en la región del corazón. Inflamación del endocardio y el pericardio. Degeneración grasa del corazón. Hidropesía por enfermedad del corazón. Angina de pecho e infarto al miocardio.
“Encontraremos indicado a Arsenicum en la terrible enfermedad de angor pectoris (angina de pecho); el enfermo se ve obligado a sentarse derecho; no puede mover un sólo músculo de su cuerpo sin gran sufrimiento; detiene el aliento porque le es muy molesto respirar; el dolor parece irradiar del corazón a todo el pecho y descender por el brazo izquierdo. En los casos extremos, hay sudor frío sobre la frente; el pulso llega a ser apenas perceptible y juntamente con esto, hay frecuente ardor en el corazón… En la endocarditis y pericarditis, encontramos indicado a Arsenicum después de la supresión del sarampión o de la escarlatina. En estos casos encontramos la inquietud característica y la angustia de la droga; hormigueo de los dedos de las manos, especialmente de la izquierda; el edema es más o menos generalizado, iniciándose por el abotagamiento de los párpados y la hinchazón de los pies y terminando en la anasarca; y hay notable disnea” (Farrington).
14. Palpitaciones del corazón: tumultuosa, visible, audible, irregulares, nerviosa, con ansiedad, después de excitación, por la noche (a las 3 horas), al despertar, durante la fiebre, por esfuerzo, ascendiendo escaleras, después de la defecación, después de erupciones suprimidas, después de supresión de la transpiración de los pies.
“En Arsenicum el latido cardíaco es muy fuerte y visible y hasta audible para el paciente mismo. Empeora por la noche y se agrava particularmente cuando el enfermo se acuesta en decúbito dorsal. Puede haber taquicardia con gran irregularidad de la acción cardíaca; el pulso puede ser acelerado y débil” (Farrington).
“El corazón bajo Arsenicum está débil y trémulo, con palpitaciones por el más ligero motivo, después de defecar, por movimiento o cualquier esfuerzo, y con agravación después de medianoche. Debe pensarse en él para el corazón irritable de los bebedores de té y fumadores de tabaco, en la hidropesía del pericardio, así como en la hidropesía general, con corazón débil” (Pierce).
15. Dolor de estómago: ardiente, raspante, calambroide, presivo, punzante, dolorido, durante la fiebre, durante la transpiración, después de comer, después de bebidas o comidas frías, después de helado, al bostezar, durante las náuseas. En estómago, además: ansiedad, frialdad, oleadas de calor, sensación de una piedra, sensibilidad, inflamación, induración de las paredes, contracción, hipo, eructos de tipo vacíos y pirosis, náuseas, vómitos, cáncer.
“Muchas condiciones gástricas como cáncer, úlcera, catarro crónico, y las náuseas y vómitos del embarazo, piden Arsenicum, todas con las condiciones características de extremado abatimiento, gran sensibilidad y dolor quemante, la sed por sorbos de agua fría y la gran irritabilidad que impide al estómago detener algo, ni aún el trago de agua que se toma para aliviar el calor de la boca. Toda la parte interior del estómago parece desollada. Téngase presente en la gastralgia que resulta de tomar la mínima cantidad de alimento o bebida, y en la gastritis debida a los helados, cuando se toma rápidamente o al tomar mucha agua helada” (Pierce).
16. Vómitos: fáciles, frecuentes, paroxísticos, violento, acompañados de molestias en el estómago, después de beber (inmediatamente, la más mínima cantidad), después de comer, por helado, durante la diarrea, durante la transpiración, agrava por el movimiento. Tipos de vómito: negros, verdes, sangre, bilis, agrios, mucus, agua, comida, bebidas, leche, todo, malolientes.
17. Diarrea: crónica, por condiciones sépticas, después de ansiedad, después de la menstruación, durante la dentición, en tiempo caliente, por la noche (después de medianoche), después de comer, después de comidas y bebidas frías, de helado, por beber agua, de fruta, después de la menor imprudencia al comer, después de comida rancia, en viejos. Flatos malolientes, pútridos. Heces: copiosas o escasas, frecuentes, indoloras, acuosas, fangosas, indigeridas o lientéricas, acres, calientes, de color claro, negras, sanguinolentas, de olor cadavérico, maloliente, pútrido. Disentería, cólera.
“Hay una sensación de ardor terrible en el estómago, dando la impresión de como si unas brasas quemaran este órgano, yendo asociada de diarrea. Las evacuaciones son lientéricas, viscosas y sanguinolentas, acompañadas de violento tenesmo y sensación de ardor en el recto. Si esto continúa, las evacuaciones se vuelven obscuras, negruzcas y horriblemente fétidas, lo que nos indica que es de prescribirse en los casos muy serios de enteritis y disentería. Las causas que determinan estos grupos variados de síntomas son: un enfriamiento gástrico repentino, por el agua refrigerada o crema helada, bebidas alcohólicas en exceso, ciertos venenos como las ptomainas de las salchichas descompuestas, manteca rancia, mantequilla, grasas en descomposición o ensaladas de langostas en ciertas estaciones del año” (Farrington).
“El paciente de Arsenicum no tiene copiosas evacuaciones, generalmente se ven pequeñas descargas y frecuentes, a pequeños chorreos, con flatulencia y gran postración, como sucede en el cólera; pequeños chorreos con moco, heces fangosas y blanquecinas. Arsenicum está indicado también en el cólera, mas solamente después de haber pasado el periodo de vómito y de grandes descargas, esto es, cuando se vea un estado de extremo abatimiento, coma y aspecto cadavérico” (Kent).
18. Erupciones en piel: ardientes, pruriginosas, fagedénicas, farináceas, blancuzcas, negruzcas, secas, secretorias verdosas, petequias, sarpullido, forúnculos (periódicos), urticaria, eczema (secretorio), escamosas (como salvado), costrosas (húmedas), vesiculares (azuladas, negras, llenas de sangre), herpetiformes, herpéticas, pústulas (malignas), viruela, rupia, carbunco, sarna, enfriándose agrava.
“Arsenicum tiende a producir induraciones de la piel. Esto lo constituye en un medicamento valioso para el eczema y, de hecho, en toda clase de afecciones de la piel, cuando hay engrosamiento de este tejido, con abundantes escamas. Arsenicum es también útil en el eczema propiamente dicho, cuando aparecen vesículas que se convierten en pústulas formando costras. Arsenicum está indicado de un modo específico en las costras de color de salvado sobre la cabeza y la frente. Puede también estar indicado cuando hay una erupción gruesa y costrosa en el cuero cabelludo, dando origen a un pus mal oliente… En la urticaria es de valor cuando la erupción va acompañada de ardor, comezón e inquietud. Particularmente puede estar indicado para los malos efectos de la repercusión de la urticaria. Aún el crup puede ser curado por Arsenicum cuando sigue a una de estas repercusiones… Y presta enorme utilidad en la gangrena, sobre todo en la gangrena seca de los ancianos, con gran sensibilidad y ardor de la parte afectada y mejoría por las aplicaciones tibias o calientes” (Farrington).
19. Úlceras en piel: ardientes, dolorosas (aguijoneantes o punzantes, royente, como quemado, como un tiro), sensibles (márgenes), indolentes, areolas rojas, azuladas, negras (base), profundas, con márgenes elevados e indurados, esponjosas (en los bordes), fungosas, fagedénicas, induradas (en márgenes), inflamadas, secreciones (corrosivas, icorosas, malolientes, sangrantes), sangrantes (bordes), gangrenosas, supurativas, sifilíticas, cancerosas.
“Las úlceras, en las que está indicado Arsenicum, ordinariamente no son muy profundas, sino más bien superficiales; los dolores son del carácter ya descrito, ardientes y lancinantes. La secreción propende a ser excoriante, obscura y saniosa, sangrando con facilidad” (Farrington)
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Arsenicum album por Lathoud
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Arsenicum album por Kent
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Arsenicum album por Farrington
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