Phosphorus

Por Iván Navas. Mayo 18, 2020

Phosphorus

El Fósforo es un elemento de la familia de los metaloides. Es sólido, flexible, luminoso y transparente cuando está recientemente preparado y opaco cuando la preparación remonta a algún tiempo. Es de color azul amarillento y huele a ajo. Su propiedad característica es la de ser luminoso en la oscuridad. Fue descubierto en 1669 por Brandt y Kunckel, quienes, al mismo tiempo, y cada cual por su lado, lo obtuvieron de la orina. Actualmente se extrae de los huesos calcinados. El medicamento homeopático se prepara bajo la forma de dilución con ayuda de la glicerina asociada al alcohol. La primera dilución que se puede obtener por esta mezcla es la 1/1000 o tercera decimal. Hahnemann dio la patogenesia en su libro de Enfermedades Crónicas (Chiron).

Síntomas característicos

1. Temores: de la muerte, de una enfermedad inminente, de estar solo (por miedo de morir), de que algo sucederá, de una tormenta eléctrica, de ser atropellado al salir, de volar en avión, a la sofocación (con asma), de ser envenenado, de ser asesinado, del mal, de los ladrones, a la locura, de una enfermedad del corazón, de la apoplejía, del cáncer, a los médicos, de los fantasmas, de la oscuridad, al agua, por ruido, de cosas imaginarias, sube desde el estómago, con transpiración.

Ansiedad: por su propia salud, hipocondriaca, por los dolores, cuando está solo, por el futuro, por los demás, por la salud de sus parientes, acostado, después de poluciones, con temor. Inquietud: ansiosa, cuando está solo, durante una tormenta eléctrica. Angustia con palpitación, hipocondría, anticipación antes de ir al dentista o al médico, asustadizo (por bagatelas). Sobresaltos: fácilmente, por ruido, por y como por susto, al dormirse, durmiendo. Sensación y presentimiento de muerte. Deseo de compañía: mejora en compañía, cuando está solo agrava.

“Esas manifestaciones (de ansiedad, agitación y temor) corresponden a una etapa de irritación del cerebro y del sistema nervioso en general que, si no es detenida, evolucionará hacia alteraciones orgánicas que se acompañarán de un conjunto de síntomas muy diferentes, tales como los que sobrevienen a raíz de un verdadero reblandecimiento cerebral (o encefalomalacia), en el que se presentan: apatía e indolencia; habla con lentitud, está indiferente o no quiere hablar en absoluto. Hay un síntoma particular digno de mención: el paciente teme que lo dejen solo; está miedoso; tiene miedo a la oscuridad, miedo durante las tormentas con truenos, etc. Esto ocurre preferentemente durante la etapa irritativa a la cual recién nos referimos” (Nash).

2. Impresionable. Cosas horribles e historias tristes le afectan profundamente. Sensible: a todas las impresiones externas, a las impresiones mentales, a las impresiones sensuales, cuando escucha crueldades, al llanto de los niños. No puede mirar sangre. Trastornos por: temor, susto, malas noticias, anticipación, preocupaciones, emociones, excitación, excitación moral, música.

3. Sentidos agudos. Sensible: a la luz, a los olores, a la música, al ruido (al más ligero ruido), al tacto. Fotofobia: por la luz solar, diurna y artificial. Olfato agudo: a olores fuertes, flores, perfumes, tabaco, olores desagradables, gas causando vértigo. Gusto agudo excesivamente. Audición aguda: para la música (de piano), a los ruidos (durante mucho tiempo), a las voces y conversaciones. Agrava con el más ligero contacto, por el frío y por el aire frío. Sensibilidad: externa, interna, al dolor. Irritabilidad física excesiva. Clarividencia, éxtasis (amoroso).

“Por la hipersensibilidad descripta, aunada a la amplia comunicación con su medio ambiente, puede manifestar facultades para-normales, como la clarividencia, lo que le permite discernir y ver con claridad hechos, circunstancias, detalles, que pasan desapercibidos para la mayoría. Puede acceder en el sumum de sus posibilidades sensoriales, al éxtasis, dominada su mente por un intenso sentimiento de amor, admiración y regocijo” (Draiman).

4. Compasivo. Muy poco amor propio o altruismo, demasiado generoso, sensación de hermandad, afectuoso (besa y acaricia a los niños, devuelve el afecto), benevolencia, amor por los animales. Desea la compasión de los demás, anhela afecto, el consuelo le mejora, desea la compañía (agrava cuando está solo).

“Phosphorus tiene una imperiosa necesidad de acercarse a la gente, de integrarse y adaptarse a su medio social, como mecanismo de compensación de todos sus temores y debilidades. Su personalidad resulta de las más sociables, de las más comunicativas y comunicadas, con entrega altruista para con sus prójimos y confianza sobre las buenas intenciones de los demás. La manifestación más notable al respecto es el sentimiento de compasión que expresa con ternura y aflicción por el sufrimiento o las desgracias que aquejan a otras personas, así sean desconocidos y que es particularmente extensivo a los animales. Se identifica por introspección del padecimiento ajeno, se conmueve, se perturba y «padece con» aquél. Es un compasivo absolutamente activo y solidario, procurando la ayuda al necesitado. Confía y brinda su confianza a los demás. Se preocupa con ansiedad por las dificultades de otros. Pero a la vez desea ser compadecido de sus propias desventuras, por quienes considera afectivamente. Necesita de afecto, de amor para sentirse amparado. El aliento, las palabras sabias y amables, el consuelo lo mejora y gratifica, pues los siente sinceros y desinteresados. Desea la compañía, que lo mejora en sus ansiedades y temores. la soledad lo agrava. Es afectuoso, efusivo, retribuye el afecto que recibe. Actúa con dulzura; se muestra amoroso; besa a todos” (Draiman).

5. Cólera: fácilmente, súbita (y cesa súbitamente), por bagatelas, violenta, en niños. Irritabilidad: por bagatelas, cuando está solo, por ruido, durante el dolor, después del coito, en la pubertad. Ofendese fácilmente, malhumorado, violento (rabia que le lleva a cometer actos de violencia), maldice, pelea, escupe a la cara de la gente, golpea (a él mismo, a objetos imaginarios a su alrededor), muerde (a su alrededor, a la gente, sus propios brazos, las uñas, la almohada), rasga cosas en general (la almohada con los dientes), y tiende a la destructividad.

6. Deseo sexual aumentado. En el capítulo de genital femenino encontramos: Deseo sexual aumentado: antes de la menstruación, durante el embarazo, el parto, la lactancia, amamantando al niño, durante la embriaguez y en niños. Deseo sexual: insaciable, violento (irresistible, conduciéndola a la masturbación). Disposición a la masturbación (en niños).

Y en el capítulo de genitales masculinos: Deseo sexual aumentado: fácilmente excitado, durante la borrachera, con priapismo, sin erecciones, con debilidad física, en niños. Deseo sexual: excesivo (con pobres resultados), violento (en manía sexual). Disposición a la masturbación: después de excesos sexuales, en niños. Eyaculación: incompleta, débil, demasiado rápida o precoz. Eyaculaciones seminales o poluciones: durante las caricias, después del coito, al esforzarse en la defecación, cada noche, con sueños. Erecciones: demasiado fáciles, continuas, frecuentes (en niños), excesivas, fuertes, en niños, dolorosas, violentas; o, por el contrario, incompletas, infructuosas, dificultosas, falta de erección o impotencia (por celibato, por supresión del deseo sexual, con deseo sexual, después de excesos sexuales).

Mentalmente puede presentar los síntomas: erotismo, libertinaje, lascivo, impúdico (expone su cuerpo), desnudo quiere estar, obsceno (hablando, hombre buscando niñas pequeñas), lujuria (conversación lujuriosa), ninfomanía (durante el embarazo, antes de la menstruación, después de menstruación suprimida), satiriasis, homosexualidad. Ilusiones obscenas (se acusa si misma de una acción obscena de la que no es culpable). Delirio: erótico, quiere estar desnudo, maniaco por decepción amorosa. Manía sexual. Trastornos por: celibato, excitación y excesos sexuales.

“Este remedio excita poderosamente el apetito sexual en los dos sexos. El deseo se hace casi irresistible y lleva al paciente a una perturbación mental que lo conduce a cometer exhibicionismo. Este estado es seguido en el hombre por el extremo opuesto: la impotencia, si bien el deseo persiste después de desaparecida la capacidad para la cópula. Se entiende que estas manifestaciones sexuales van acompañadas de síntomas concomitantes del medicamento” (Nash).

8. Debilidad física y mental: Debilidad física: nerviosa, súbita, progresiva, trémula, paralítica (deslizándose hacia abajo en la cama por una posición medio sentada), por el más ligero esfuerzo, al caminar, después de cualquier exceso, después de las emisiones, por diarrea, después de la micción, durante y después de la menstruación, en mujeres que amamantan, después del coito, por masturbación, durante el escalofrío, durante la fiebre, por la transpiración, durante las enfermedades agudas, en la anemia, por hambre, en borrachos, en gente mayor, mejora al dormir.

Postración de la mente: por bagatelas, después de excesos sexuales y poluciones. Embotamiento o dificultad para pensar y comprender: incapaz de pensar por mucho tiempo, entiende las preguntas solo después de repetírselas, durante la fiebre, al despertar, con somnolencia, mejora después de comer. Contesta: lentamente, reflexiona mucho, se rehúsa a contestar, con dificultad, incoherentemente, ininteligiblemente, incapaz de contestar. Lenguaje: lento, incoherente, divagante, inarticulado. Aversión a pensar y al esfuerzo mental (que le es imposible y le agrava), carencia de ideas, debilidad de memoria, olvidadizo, concentración difícil, dificultad para estudiar.

“Quizá no haya ningún otro remedio que tenga una acción tan potente sobre el sistema nervioso. Lo ataca en el mismo baluarte de sus fuerzas, el encéfalo y la médula espinal, produciendo reblandecimiento o atrofia, con toda la serie sucesiva de síntomas que los acompañan, tales como la postración, el temblor, las parestesias y la parálisis completa. Esto lo produce tanto en las enfermedades agudas como en las crónicas, y así podremos encontrar estos procesos en una afección aguda como la fiebre tifoidea, lo mismo que en una enfermedad lentamente progresiva como la ataxia locomotriz. Las causas de aquellas alteraciones pueden ser bruscas, como en la neumonía, el tifus, las enfermedades exantemáticas, el crup, la bronquitis, donde la vitalidad declina a su nivel más bajo, o puede sobrevenir en un organismo minado por los pesares, la zozobra, los esfuerzos mentales excesivos o también por los excesos venéreos o la masturbación” (Nash).

“El Phosphorus puede estar en un estado activo o prendido, o en un estado pasivo o apagado. El Phosphorus prendido manifiesta sentidos agudos con hipersensibilidad sensorial (luz, ruidos, olores); impresionabilidad mental, con clarividencia y éxtasis; e hipersexualidad (lascivia, ninfomanía, excitación sexual, exhibicionismo, etc.). El Phosphorus apagado, por el contrario, tiene sus sentidos embotados; torpeza mental y apagamiento sexual (impotencia, frigidez). Además, en este último estado se produce una lentificación de todas las reacciones: lentitud en sus movimientos, para hablar, para contestar; reflexiona y piensa mucho para contestar; parece funcionar en cámara lenta” (Draiman).

9. Dolor ardiente y calor ardiente, en cualquier parte del cuerpo. Dolor ardiente en cualquier parte del cuerpo, como: cabeza (agrava en una habitación caliente), cerebro, ojos, nariz, cara, boca, garganta, esófago, estómago (agrava por bebidas frías), abdomen, ano, uretra, genitales masculinos y femeninos, pecho (lado izquierdo), mamas, corazón, zonas de la espalda, entre las escápulas, columna, extremidades. Calor ardiente en: cabeza, cara, labios, pecho, manos después de comer, pies (se los descubre).

“El ardor es casi tan importante en este remedio como en Arsenicum y Sulphur. No hay órgano o tejido en el que no podamos encontrarlo, desde la superficie cutánea externa hasta las superficies más internas de todos los sistemas orgánicos o sus parénquimas. Puede ser solamente subjetivo, sin un aumento real de la temperatura, o bien puede acompañar a las alteraciones orgánicas de enfermedades malignas, con una gran hipertermia… Un síntoma muy característico de Phosphorus es el ardor en las manos, que es tan intenso como el ardor de los pies de Sulphur, y se lo encuentra tanto en las enfermedades agudas como en las crónicas; no puede soportar tener las manos cubiertas. Las tufaradas de calor generalizadas comienzan en las manos y desde allí se propagan aún hasta la cara… Otro síntoma característico de este remedio es la sensación de calor intenso que asciende a lo largo de la espalda. También el ardor puede existir en zonas circunscriptas a lo largo de la columna vertebral. Tiene asimismo intenso calor y ardor entre las escápulas” (Nash).

10. Hemorragias: por los orificios del cuerpo, de sangre roja brillante, pálida, fácil, que no coagula (hemofilia), vicariante, en la menopausia, en el cáncer (de útero, de mamas). Hemorragia: cerebral, en los ojos (retiniana), boca (fácilmente), encías (por contacto, profusa después de extracción de dientes), lengua, paladar, recto (después y durante la defecación, durante la eliminación de flatos), vejiga, uretra (vicariante), pulmones (espumosa, por menstruación suprimida). Epistaxis: persistente, sonándose la nariz, al esforzarse durante la defecación, con sudoración, vicariante, con amenorrea, por menstruación suprimida, antes y durante la menstruación, con púrpura hemorrágica. Secreciones sanguinolentas en oído. Metrorragia: profusa, borbotante, activa, intermitente, por fibromas. Equimosis. Excreciones sanguinolentas como el vómito, las heces, la orina y la expectoración.

“En Phosphorus, la sangre se halla alterada en tal grado que ya no coagula y tenemos, pues, púrpura hemorrágica. Hasta en los tejidos aparentemente sanos se observa esta importante característica descubierta por Hahnemann: «Las heridas leves sangran mucho». Esto es lo que se denomina una diátesis hemorrágica, estado muy temible, pues muchas personas que lo sufren pueden sangrar hasta morir por cualquier ligera abrasión… En los órganos sexuales femeninos Phosphorus es fiel a sus tendencias hemorrágicas generales; si los períodos no aparecen, en lugar de ellos se producen con frecuencia hemorragias vicariantes por la nariz o el pulmón. Phosphorus está obligado a sangrar. Así ocurre también con el cáncer del útero o de la mama, que sangran fácilmente” (Nash).

Síntomas importantes

1. Indiferencia: a las personas amadas, a su familia, de la madre hacia sus hijos, a las relaciones, incluso hacia los amigos más queridos, consigo mismo, a exhibir su cuerpo, a la vida, a todo, durante el escalofrío y la transpiración. Aversión a la compañía: a la presencia de extraños, mejora cuando está solo. Misantropía.

“El estado de agotamiento le causa disgusto en relacionarse socialmente, por la exigencia mental y física que conlleva. Por eso, en este estado procede opuestamente, con tendencia defensiva a retraerse de la gente, con la intención de procurar tranquilidad y paz a su declinación. Observa así una conducta misantrópica, desechando toda compañía y mejorando en soledad. En particular la presencia de extraños lo perturba; el niño se afecta con crisis de tos al ver un desconocido. También puede manifestarse un apagamiento de sus sentimientos, con indiferencia afectiva, a personas amadas, a sus hijos, a los parientes, con aversión a miembros de su familia y que puede hacerse extensiva a la vida y a todo. Es de destacar que no se trata de la misma indiferencia afectiva de Sepia, ya que mientras ésta se origina en la incapacidad de amar, y que pronto se va transformando en aversión, con disgusto y rechazo total del ser querido, en Phosphorus se conserva intacta y latente su potencia amatoria, sólo apagada coyunturalmente por su hiporreactividad biológica” (Draiman).

2. Insomnio: antes de medianoche, con somnolencia, por hambre, después de comer, durante la diarrea, acompañado de otras molestias. Despertar: frecuente, tarde, por y con calor. Sueño no reparador. Posición al dormir: sentado, sobre el lado derecho, de lado imposible, sobre el lado izquierdo imposible. Soñar: con escalofrío, durante la transpiración. Sueños: muchos, vívidos, ansiosos, eróticos.

“Falta de descanso con el sueño, se siente por la mañana como si no hubiera dormido suficiente, aunque la mayoría de las molestias y dolores se alivian con el sueño, especialmente los síntomas de la cabeza; camina mientras duerme. Duerme sobre su lado derecho; acostarse sobre el lado izquierdo le produce ansiedad y dolor en el corazón y palpitación. Se duerme tarde por la noche; permanece despierto pensando sobre los problemas del día” (Kent).

3. Anemia: por enfermedad agotadora, después de hemorragia, por menorragia, después de tratamiento con radio, perniciosa; acompañada de: debilidad, vértigo, palpitaciones del corazón, leucorrea, coloración amarilla de la piel.

“Las molestias de Phosphorus se encuentran en aquéllos emaciados y en los que adelgazan aceleradamente; en niños que van al marasmo y en las personas fundamentalmente desgastadas. Delicados, encerados, anémicos y emaciados. En niñas cloróticas, que han crecido muy rápidamente y que se han vuelto repentinamente débiles, pálidas, cloróticas, con dificultades en la menstruación… El paciente de Phosphorus presenta una cara enfermiza, hundida, pálida, color tierra, ojerosos, anémicos, como se encuentra en la consunción, en los que están camino de ella y en aquellos que sufren de enfermedades constitucionales profundamente asentadas” (Kent).

4. Fiebre: continua (pectoral), paroxística (en ataques breves), ardiente (con sed insaciable, de bebidas frías), héctica, séptica, tifoidea (de desarrollo lento, hemorrágica, acompañada de secreción de moco), calor seco, calor con transpiración, calor externo o interno de partes aisladas, después de comer, por la tarde o al anochecer o por la noche. Transpiración: de olor fétido, profusa, pegajosa. Escalofríos agitantes.

“Fiebre o calor quemante, ardiente, peor de noche, con sed insaciable de bebidas frías. Sudores nocturnos o de mañana, más en pies, manos y cabeza. Hambre de noche durante la fiebre. Vomita el agua apenas se calienta en el estómago. Fiebre con debilidad, sensaciones de vacío en diversos sitios, a veces delirio murmurante o carfología. Es frecuente una marcada apatía e indiferencia por todo, un fuerte deseo de compañía y un estado de confusión o aturdimiento; le cuesta pensar o entender y sólo contesta las preguntas después de repetírselas y lo hace muy lentamente o en forma inconexa, o no contesta. Escalofríos con hambre y sin sed” (Vijnovsky).

5. Vértigo: crónico, periódico, los objetos parecen girar en círculos, por el esfuerzo de los ojos, mirando hacia arriba o hacia abajo o fijamente, girando en la cama, al sentarse, al levantarse (de la cama o sentado), al girar o mover la cabeza rápidamente, al caminar, con el olor de las flores, por pérdida de fluidos, debe acostarse, en gente mayor; acompañado de tambaleo, transpiración, visión turbia, ruidos en los oídos.

“No existe ningún remedio que produzca mayor vértigo, con una lista tan larga de variadas asociaciones. Para el vértigo de los viejos he hallado que es uno de los mejores remedios y uno de los indicados con más frecuencia” (Nash).

6. Degeneración grasa: de los órganos, de los tejidos, de los músculos, de los vasos sanguíneos, del corazón, del hígado, de los riñones, de la placenta ocasionando aborto.

“Phosphorus tiene el poder de producir degeneración grasosa. Como ya se sabe perfectamente, afecta la sangre. La altera volviéndola más fluida y dificultando la coagulación. Al mismo tiempo produce hiperemia en distintas partes del cuerpo; así nos encontramos una tendencia a la congestión cefálica o torácica o de cualquiera otra víscera; no se trata de una congestión arterial, sino más bien de un estasis venoso; la parte afectada llega a estar pletórica de sangre y como ésta es de calidad empobrecida, no coadyuva a las funciones de nutrición de un modo correcto y de ahí el principio de degeneración grasosa de un órgano o tejido, pudiendo suceder esto en el cerebro o en la médula, como ya se ha dicho; lo mismo puede suceder en el corazón o en los pulmones, pero con más frecuencia ocurre en el hígado o en los riñones. También los músculos pueden sufrir la degeneración grasosa” (Farrington).

7. Tumores: angioma, eréctil (o hemangioma cavernoso), quístico, coloide, lipoma, neurofibroma, encefaloma, ganglio. Pólipos: oído, nariz (sangra fácilmente), laringe, recto, vejiga, útero, vagina. Cáncer en: cara (epitelioma en labios), ojo (fungoso), nariz, boca (lengua), estómago, útero y mamas (epitelioma).

8. Fístulas: con úlceras de la piel, en articulaciones, de los huesos, en ganglios o glándulas, lagrimal, en glándulas parótidas inflamadas, glándulas inguinales, encías, garganta externa, recto y espalda.

“Phosphorus tiende a formar fístulas glandulares y en el contorno de las articulaciones; estas fístulas tienen los bordes levantados y con granulaciones exuberantes; la descarga es purulenta, más bien delgada e icorosa. Alrededor de las úlceras, Phosphorus, probablemente en mayor grado que Silicea, produce un tinte erisipelatoso-azuloso, a menudo radiante como en Belladonna. Con frecuencia habrá ardor, dolores punzantes; fiebre héctica bien marcada, con sudores nocturnos, diarrea y ansiedad por la tarde” (Farrington).

9. Dolor de cabeza: ardiente, explosivo, como aplastado, nervioso, ayunando, por bebidas calientes, en una habitación caliente, al envolverse la cabeza, enfriándose, antes de la tormenta eléctrica, por luz diurna, al estornudar, durante la tos, extendiéndose a los ojos; mejora: al aire libre y al aire frío, al caminar, después del sueño.

“Los dolores de cabeza son congestivos y palpitantes; presionan la cabeza; con vómitos, cara roja y escasa orina; más violentos y a menudo ocasionados por hambre o precedidos de hambre; dolores periódicos, debido al esfuerzo mental; dolores de cabeza urémicos; dolores neurálgicos violentos que son como saetas, terribles, que atraviesan la cabeza. Los dolores de cabeza se alivian con el frío y empeoran con el calor; empeoran con el movimiento y mejoran con el descanso; peor cuando se recuesta. Los dolores de cabeza, al igual que los del estómago, empeoran con el calor, aplicaciones calientes y comidas calientes, y mejoran con cosas frías; mientras que los malestares del resto del cuerpo mejoran con el calor y empeoran con el frío” (Kent).

10. Inflamación del ojo: crónica, del nervio óptico, coriorretinitis; de la retina: hemorrágica, neuroretinitis (acompañada de hiperemia de la retina). Dolor del ojo: antes de dormir y al dormirse, al leer, mirar, por la luz, mejora al dormir. Ambliopía, astenopia, catarata, glaucoma (acompañada de dolor en el ojo), cáncer.

“Se adapta a la hiperemia de la coroides y la retina, que puede degenerar en coroiditis o retinitis y cuando así sucede, hay propensión a convertirse en una enfermedad grave. El poder visual está disminuido; el enfermo ve toda clase de colores anormales; manchas negras en el campo visual y un velo gris sobre los objetos; parece como si constantemente estuviera viendo a través de un vapor o neblina; los objetos se ven rojos; al intentar leer, las letras aparecen rojas. Este síntoma, me parece que no se observa en ningún otro medicamento más que en Phosphorus. Otros medicamentos también producen visión roja, pero únicamente en Phosphorus sucede esto al intentar leer” (Farrington).

11. Coriza: de un lado, con inflamación de la laringe. Obstrucción nasal: en una habitación caliente, y mejora al aire libre. Secreción: copiosa, mucosa, verdosa con rayas sanguinolentas.

“En las afecciones nasales, el empleo más frecuente que yo he hecho de este remedio es en una forma de rinitis crónica en la cual el paciente al sonarse la nariz elimina pequeñas cantidades de sangre; el pañuelo está siempre manchado de sangre” (Nash).

12. En laringe: inflamación (aguda o crónica), irritación (por aire frío, al hablar), calor, sensible al contacto y a la presión, cosquilleo, sensación aterciopelada, moco, carraspera (incesante), sensación de carne colgando, constricción, crup (membranoso). Dolor en laringe: dolorida, en carne viva, desgarrante, por contacto o presión, al hablar, a la inspiración, durante la tos. Voz ronca: durante el coriza, crónica, dolorosa, impide el hablar, después de la tos.

13. Tos: apretada, cortante, torturante, violenta, crupal, seca, suelta durante la transpiración, durante el escalofrío y la fiebre, durante el embarazo, acostado (en la cama, de espaldas, sobre el lado izquierdo), lo despierta, debe incorporarse, riendo, por cantar, al leer en voz alta, por constricción en la laringe, por cosquilleo e irritación en la laringe o en la tráquea o en el pecho, cuando otras personas entran en la habitación, viniendo del aire frío cuando entra en una habitación caliente o viceversa, al aire libre, por caminar al aire libre o frío, al enfriarse, mientras tose debe sostenerse el pecho con ambas manos.

“Encontraremos a Phosphorus indicado en una gran variedad de toses. Es útil en la tos de origen gástrico o hepático, que se presenta después de comer, iniciándose por un cosquilleo en el epigastrio. También está indicado en la tos que se agrava por la entrada de una persona extraña a la habitación, tratándose en este caso de un síntoma nervioso reflejo. Se hace necesario en la tos provocada por los olores fuertes; de hecho, los perfumes o cualquiera otra substancia que trastorne el equilibrio nervioso, producirá una tos que curará bajo la acción de Phosphorus… Tos seca al principio, y después con expectoración copiosa, mucosa, viscosa, amarilla, verdosa, purulenta, sanguinolenta y de gusto dulzón; “el característico consiste en moco amarillo, con estrías de sangre abundante” (Farrington).

“La tos ordinaria es corta y seca, empeora por la noche y acostándose sobre la espalda o sobre el lado izquierdo, y Phosphorus es el único remedio en que se fija el Manual muy marcadamente por tener tos que se agrava acostándose sobre el lado izquierdo. Un síntoma más o menos frecuente en este remedio es una tos que es provocada por cualquier excitación o por la presencia de personas extrañas; sucederá con frecuencia que cuando pregunten ustedes al paciente de Phosphorus cómo se siente de su tos, tosa antes de contestar. Podemos tener una tos violenta, también una tos crónica que parece partir de la boca del estómago” (Pierce).

14. Respiración dificultosa: acompañada de tos, durante la fiebre y la transpiración, al caminar rápidamente, después de comer, por la noche. Respiración: acelerada, ansiosa, jadeante, estridulosa, sonora. Constricción del pecho: como por una banda, acompañado de trastornos de la respiración, durante la tos.

15. Inflamación de los pulmones: derecho (lóbulo inferior), en el primer o último estadio, desatendida, pleuroneumonía, cruposa, en la fiebre tifoidea. Inflamación de los bronquios y de la pleura. Hepatización de los pulmones: derecho, agrava acostado de espaldas y sobre el lado izquierdo, mejora acostado sobre el lado derecho.

“En la neumonía, para la cual Phosphorus es uno de nuestros mejores remedios, ataca con preferencia la mitad inferior del pulmón derecho. Puede estar indicado por los síntomas en el comienzo de la etapa de hepatización, en cuyo caso impide el progreso ulterior de la enfermedad, pero su aplicación es más frecuente cuando la etapa de hepatización ya ha transcurrido y queremos disolverla provocando la resorción o la resolución. Para esto Phosphorus no tiene igual, de lo que estoy plenamente convencido por una nutrida experiencia… Después que la hepatización haya comenzado a resolverse, estarán indicados otros remedios como Antimonium tartaricum, Sulphur y Lycopodium… En la pleuritis se encontrarán dolores punzantes en el lado izquierdo exacerbados al acostarse sobre ese mismo lado. Recuérdese que en las dos afecciones Phosphorus está característicamente agravado acostándose sobre el lado izquierdo” (Nash).

“En neumonía, puede haber ardor en el pecho, ardor en la cabeza, calor en las mejillas y fiebre; gesticulación y delirio; sed violenta por agua fría como el hielo; movimiento de las alas de la nariz como de abanico; difícil respiración; inspiración arrebatada; recostado sobre la espalda con la cabeza hacia atrás; tos seca, corta; las carótidas pulsan. Aspereza en el pecho; sensaciones de magulladura en el pecho; los dolores son cortantes, ardientes o agudos y desgarrantes en los pulmones cuando tose. Sofocación o inspiración casi imposible, especialmente en los comienzos de la hepatización, cuando la cara se pone lívida, las facciones punteadas de transpiración fría y el pulso rápido y duro. Expectoración espumosa en formas graves de neumonía, conocida como neumonía tifoidea. Amenaza de parálisis de los pulmones” (Kent).

16. Trastornos del corazón, como: dolor (ardiente, presivo), opresión, inflamación (endocardio, endocardio – reumática), hipertrofia, debilidad, parálisis, degeneración grasa. En región del corazón: ansiedad, calor (oleadas de). Palpitaciones del corazón: con ansiedad, después de excitación, por vejación, por esfuerzo, por movimiento mínimo, durante el coito, ascendiendo escaleras, al levantarse de la cama o de estar sentado, al despertar, agrava acostado sobre el lado izquierdo y mejora acostado sobre el lado derecho.

“Sus síntomas revelan con más claridad los malos efectos de las afecciones del corazón derecho que del izquierdo o, en otras palabras, un éxtasis venoso. Se adapta a todas las formas de taquicardia; a las emotivas, como por la repentina entrada de un visitante a la habitación ya sea que la impresión sea agradable o desagradable; a las producidas por el movimiento y también por aflujo de sangre al tórax. Sobre todo, esto último se presenta en el crecimiento rápido de los niños. Deberemos recordar a Phosphorus en la endocarditis, en cuya afección con frecuencia la olvidamos. Está indicado especialmente cuando la endocarditis o la miocarditis se presentan en el curso del reumatismo agudo inflamatorio o la neumonía. Phosphorus es de utilidad en la degeneración grasosa del corazón; se distingue de Arsenicum por la invasión del corazón derecho y por la congestión venosa e hinchazón de la cara, sobre todo de los párpados. Arsenicum tiene síntomas predominantes sobre el corazón izquierdo, más opresión torácica al respirar, ortopnea y anasarca o hidropesía general.” (Farrington).

17. Apetito incrementado y voraz: por la noche, después de comer, durante la cefalea y la fiebre. Sed: extrema, ardiente o vehemente, inextinguible, de grandes cantidades, durante la fiebre. Deseo de: sal, comida ácida con sal, especias, vino, comida y bebida fría, helado.

“Respecto al hambre, tiene que comer a menudo, de lo contrario desfallece; enseguida o pronto después de una comida, tiene hambre; hambre nocturna: tiene que comer. Mejora comiendo, pero pronto siente hambre de nuevo. La sed es también peculiar. Desea cosas frías, como Pulsatilla, pero tan pronto como ellas se calientan en el estómago, son vomitadas. Algunas personas tienen un deseo anormal de sal o de alimentos salados y los comen en excesiva cantidad. Phosphorus es un buen remedio para contrarrestar los malos efectos de este abuso (Natrum muriaticum)” (Nash).

18. Dolor de estómago: ardiente, dolorido, presivo, después de comer, por comida caliente, al vomitar. Náuseas: después de beber agua, por bebidas calientes, poniendo las manos en agua caliente. Vómito: violento, tan pronto como el agua se calienta en el estómago, después de beber la más mínima cantidad, después de comer. Tipos de vómito: ácidos, amargos, mucosos, comida, amarillos, bilis, como posos de café, negros, sangre. En estómago: inflamación, sensación de plenitud, pulsación, eructos, acidez, úlceras, cáncer; y sensación de vacío: que no mejora por comer, durante la náusea.

“Algunas veces el hambre es descrita como una sensación de vacío y de languidez, y entonces también pensaremos en remedios tales como Ignatia, Hydrastis, Sepia y otros; pero esta sensación de Phosphorus no se detiene en el estómago, sino que se extiende a todo el abdomen. Ningún remedio posee esta sensación en el abdomen en forma tan pronunciada como Phosphorus” (Nash).

“En el estómago encontramos a Phosphorus en la peligrosa enfermedad de la úlcera gástrica perforante; aquí se indica por el dolor, por el vómito de los alimentos tan pronto como son deglutidos y por las materias vomitadas que contienen una sustancia obscura, grumosa, semilíquida, muy semejante al asiento del café. También está indicado con estos mismos síntomas en el cáncer del estómago, cuando está a punto de pasar al estadio de ulceración” (Farrington).

19. Padecimientos del hígado: inflamación (subaguda o crónica), hinchazón, congestión, sensación de plenitud, dolor (dolorido, presivo), degeneración grasosa, duro, atrofia (atrofia amarilla aguda), cirrosis, absceso, cáncer, agrava con el contacto y la presión. Inflamación de los pulmones acompañada de molestias en el hígado. Inflamación del páncreas.

“Hepatitis con hígado hipertrofiado y con dolores que le impiden acostarse sobre el lado derecho; con ictericia grave y uniforme con heces decoloradas, pequeñas y duras (si está constipado), o acuosas, fétidas y quemantes (si hay diarrea) o con melenas; con lengua roja, como barnizada y seca; con intensa sed de bebidas frías, que vomita enseguida, apenas se calientan en el estómago; con tendencia a hemorragias (petequias, equimosis, encías sangrantes, etc.); sensación de ardores internos; a veces deposiciones involuntarias (siente como si tuviera el ano abierto). Gran postración y deseo de compañía o bien una total indiferencia o miedo a morir o tener algo grave” (Vijnovsky).

20. Diarrea: crónica, indolora, por la mañana, después de la menor imprudencia al comer, durante la transpiración, durante el embarazo, en niños, en la fiebre tifoidea, durante la tuberculosis, mejora con la comida fría, alternando con estreñimiento. Estreñimiento: difícil, urgencia y esfuerzo ineficaz, en viejos. Heces: copiosas, frecuentes, secas, duras, blandas, mucosas, acuosas, pulposas, delgadas, largas, como las de un perro, en copos, indigeridas o lientéricas, grasosas, sebosas, grises, sanguinolentas.

“Diarrea indolora que puede ser involuntaria, con mucho agotamiento y postración; las deposiciones pueden contener partículas blancas, como si hubiera en ellas arroz o sebo; imposibilidad de que las heces fecales permanezcan en la parte inferior del intestino y tan pronto como llegan al recto hay necesidad de expulsarlas” (Dewey).

“Cuando hay constipación podemos tener lo que en forma característica se ha llamado «evacuación de perro», esto es, una evacuación larga y delgada, expulsada con esfuerzo considerable” (Farrington).

21. En riñones: inflamación (aguda, parenquimatosa), dolor (uréteres), calor, supresión de orina, piedras, degeneración grasa, enfermedad de Addison, síndrome nefrótico, fallo renal. Micción: involuntaria (durante la tos), urgencia de orinar (frecuente acompañada de secreción escasa, ineficaz). Orina: copiosa con transpiración, de color blanco como mezclada con tiza, cutícula formada en la superficie de la orina iridescente, oscura o turbia, sanguinolenta, contiene elementos microscópicos (epiteliales, hialinos, cerosos, de túbulos, con gotas grasosas), azúcar en la; con sedimento: caseoso, amarillo, arena (roja).

“En las enfermedades del aparato urinario, Phosphorus es un medicamento de primera importancia; debe pensarse en él en la afección clasificada en términos generales como mal de Bright (nefritis degenerativa aguda o crónica). Presta utilidad en las degeneraciones grasosa y amiloidea de los riñones, sobre todo si va asociada a un estado patológico semejante del hígado y de las cavidades derechas del corazón, con la consecuente éxtasis venosa en distintos órganos, el edema pulmonar y todos los síntomas de ingurgitación que revelan una pulmonía. La orina contiene cilindros epiteliales, grasosos o hialinos” (Farrington).

“Phosphorus es útil en la hematuria, especialmente “por debilidad después de excesos sexuales” (Hering), y es uno de los pocos remedios que tiene orina blanca lechosa o con una capa grasosa que sube a la superficie. En la nefritis cruposa estará indicado cuando, en adición a los componentes ordinarios de la orina, contenga estos sedimentos grasosos, y en la diabetes es de valor cuando está acompañada de tisis” (Pierce).

Phosphorus por Lathoud

Phosphorus por Kent

Phosphorus por Farrington