Belladonna

Por Iván Navas. Junio 27, 2023

Belladonna

Belladonna, Atropa Belladonna, Solano furioso, Mora furiosa o Yerbamora mortífera, es una planta herbácea de la familia de las Solanáceas (genero Atropa), muy común en diversas partes del globo, especialmente en el sur de Europa (Lathoud). El nombre Belladonna deriva de dos palabras latinas, Bella: hermosa, y Dona: dama. Las damas de Venecia la usaban como un cosmético para aumentar el brillo de sus ojos y enrojecer sus mejillas debido a las propiedades de sus alcaloides. Las plantas crecen hasta 1,5 metros de altura, con hojas largas y ovaladas de unos dieciocho centímetros; tallos muy ramificados y leñosos en su base; las flores en forma de campana son de color púrpura con reflejos verdes a verdosos y olor débil; los frutos son bayas de color verde a un color negro brillante al madurar totalmente, de aproximadamente un centímetro de diámetro (Wikipedia); y la raíz cilíndrica, gruesa, leñosa, rastrera y de olor nauseabundo. Tiene como principios activos: atropina y hiosciamina. El extracto se prepara con la planta entera recolectada al principiar su floración y conforme a la regla uno. Hahnemann dio la patogenesia de la Belladonna en su “Materia Médica Pura” y a él debemos el conocimiento de la mayor parte de las propiedades de esta planta (Uribe).

Síntomas característicos

1. Delirio: violento, espantoso, salvaje, rabioso, maniaco, con congestión, con la cabeza caliente, cara roja o lívida, con las pupilas dilatadas, rechinando los dientes, con pulsación de la carótida, con saltos, con temblores, con transpiración, quiere estar desnudo durante el delirio, locuaz, murmurando, con quejidos, riéndose, ruidoso, con muecas, alegre o animado, fantástico, no reconoce a nadie, con expresión de terror, ansioso, peleador, deseo de morder, se arrastra por la cama, escapa o salta súbitamente de la cama, por dolores, durante el escalofrío, durante la fiebre, durante la cefalea, durante las convulsiones, paroxístico, periódico, con insomnio, cerrando los ojos, al dormirse, durante el sueño, al anochecer, por la noche, con ilusiones. Durante el delirio: ladra, muerde, hace payasadas, somnolencia, coma.

Ilusiones: de fantasías, disparatadas, tiene dos cabezas, como si conversara, con locuacidad, que alguien está debajo de la cama (golpeando), que va a ser arrestado, es perseguido por enemigos, será asesinado, visita un cementerio, escucha voces de muertos, tiene visiones horribles (de monstruos, al cerrar los ojos); ve: gente, soldados, caras (feas), demonios, espectros o fantasmas o imágenes, perros, gatos, insectos, animales espantosos, figuras (extrañas) y fuego.

“El trío de los remedios del delirio está formado por los medicamentos: Belladonna, Hyosciamus y Stramonium. Muchos otros remedios tienen delirio, pero estos tres merecen encabezar la lista. El delirio de Belladonna, cuando se presenta, es violento y terrible; puede estar acompañado de dolor o también existir sin que el paciente acuse ningún dolor. Durante el delirio el enfermo “imagina que ve fantasmas, caras horrendas, animales grandes e insectos”. Tiene miedo de todas clases de cosas imaginarias y quiere escapar de ellas; irrumpe en accesos de risa o grita y le rechinan los dientes; muerde o golpea a los que lo rodean y no se lo puede contener más que con gran dificultad. Ningún otro remedio tiene delirio violento de una manera más persistente que Belladonna. Uno de los rasgos característicos de este medicamento en lo que concierne al delirio, cuando lo comparamos con el de los otros dos remedios, es la manifiesta evidencia de una sobrecarga de sangre en el cerebro. Cuando los latidos carotídeos, el calor, el enrojecimiento y la congestión de la cara y de las conjuntivas desaparecen, el delirio se apacigua en la misma proporción. Belladonna puede tener delirio con el rostro pálido, como efecto alternante, pero esto es la excepción. Hasta el labio superior está congestionado e hinchado” (Nash).

“Nunca hay en Belladonna delirios tranquilos; es un estado salvaje, haciendo extravagantes e inesperadas cosas, mordiendo, rompiendo, golpeando. Estos síntomas mentales tienen lugar durante la fiebre y son a veces aminorados por tomar algún ligero alimento. Si usted presencia un delirio muy violento, busque los síntomas calor, rojez y ardor para cerciorarse si pertenece a Belladonna. Está lleno de alucinaciones, ve fantasmas, espíritus, cosas salvajes y fuego. Al principio el delirio es muy violento, pero a esta grande excitación sucede la somnolencia, un estado semicomatoso. Cuando duerme, grita, sueña horribles cosas y habla respecto a ellas; tiene pesadillas” (Kent).

2. Congestión de la cabeza: Con rubor en la cara, como si la sangre le subiera desde el corazón hasta la cabeza, doblando la cabeza hacia atrás, con epistaxis, durante el escalofrío y la fiebre, durante el vértigo, durante las convulsiones, durante la rabia, por envenenamiento urémico, al fumar, durante la tos, por exposición al sol, al despertar, agachado, antes o durante la menstruación, por menstruación suprimida, por loquios suprimidos. Por congestión de la cabeza: estupefacción y molestias de los dientes.

“En la mayoría de las afecciones en que este medicamento está indicado, los síntomas cefálicos son predominantes. Toda la sangre parece afluir a la cabeza, que está caliente, mientras los miembros están fríos; los ojos se hayan rojos e inyectados de sangre; la cara se halla igualmente roja, casi púrpura; las carótidas laten de tal manera que sus pulsaciones son claramente visibles; existe un gran dolor, presión o sensación de plenitud en la cabeza o bien un estado casi de estupor” (Nash).

“¿Cuáles son los síntomas particulares que indican a Belladonna? En primer término, la congestión cefálica que, en su más moderada forma, puede ser simplemente una sensación de calor en la cabeza, estando los pies fríos. Otras veces en sus más violentas formas, con la cara roja y los ojos inyectados, el enfermo se queja de una intensa cefalalgia pulsátil, pudiendo estar somnoliento o muy insomne. Con frecuencia estos síntomas alternan, es decir: el enfermo está somnoliento y cae en pesado sueño, despertando después con sobresalto o gritando y dando demostraciones de irritación cerebral, tal como movimientos de los miembros y contorsiones de músculos aislados, y cuando esta forma de irritación avanza, los ojos se ponen muy rojos dando a la esclerótica aspecto de carne cruda. Las carótidas laten tan violentamente que sus movimientos se perciben con claridad. Esta congestión conduce a una irritación inflamatoria. Hay intensos latidos en la cabeza con dolores agudos, que obligan a gritar al paciente por su intensidad. Estos dolores aparecen con la rapidez de un relámpago y desaparecen con la misma rapidez que se presentaron” (Farrington).

3. Síntomas que aparecen y desaparecen súbitamente. Los síntomas de Belladonna en el repertorio que aparecen y desaparecen súbitamente son: transpiración, metrorragia, dolores en general, y dolor en: cabeza, cara, útero y en el ciático. Y como síntomas súbitos se encuentran: cólera, gritos, debilidad, inflamación, dolor de dientes, convulsiones, congestión de la sangre, visión turbia o velada, coloración roja de la cara, coloración roja de la nariz, inflamación de la laringe, pérdida de la voz, ronquera, ataques de asma, vómito, metrorragia y urgencia por orinar.

“Las afecciones en que Belladonna está indicada son agudas, repentinas y violentas. La notable rapidez del principio del padecimiento debe al instante sugerir a Belladonna. Por ejemplo, un niño está perfectamente bien al irse a acostar; pocas horas después comienza a gritar durante el sueño y pronto despierta con síntomas alarmantes, tales como contracturas de los músculos, irritación cerebral, inquietud, no puede calmarse, constantemente se mueve, con especialidad los brazos. Todos estos síntomas, pueden hacernos pensar en Belladona. Del mismo modo en las inflamaciones que se presentan repentinamente y son casi abrumadoras por su intensidad, recordaremos el uso de Belladonna. Podemos pensar en este medicamento, en los abscesos, cuando la supuración se desarrolla con la rapidez del relámpago, ya se trate de un absceso de la amígdala, de un divieso o de cualquiera otra clase de abscesos. De aquí su indicación en la erisipela flegmonosa, que rápidamente avanza a la supuración. Las regiones afectadas se hinchan con rapidez; el pus se abre camino a través de los tejidos, entre los músculos. La vertiginosa rapidez del ataque nos debe hacer pensar en Belladonna. Los dolores responden completamente a este carácter del medicamento. Se presentan repentinamente y duran más o menos tiempo, después cesan tan repentinamente como aparecieron. Este es el carácter general de Belladonna” (Farrington).

“No es fácil decir a qué se debe que “los dolores de Belladonna aparecen bruscamente y después de un tiempo desaparecen tan bruscamente como vinieron”, mientras que los de Stannum “aumentan gradualmente hasta alcanzar una gran intensidad y luego declinan también gradualmente”, o que los de Sulphuricum acidum “comienzan lentamente y cesan bruscamente” o bien “aumentan gradualmente y cesan bruscamente”, pero en verdad es así y la aceptación de estos hechos, pueda o no explicarlos, hace al médico homeópata capaz de curar a su paciente. Guernsey dice: “Este medicamento es particularmente aplicable y en realidad prevalece sobre todos los demás, en los casos en que la rapidez o la brusquedad, ya sea de las sensaciones o de los movimientos, es predominante”” (Nash).

4. Sensibilidad de los sentidos. Sensible: a la luz, al ruido (al más ligero ruido, de pasos, de voces, de su propia voz), a los olores, al tacto, al dolor, durante el dolor de cabeza, durante la transpiración y la fiebre, en niños, en la pubertad. Fotofobia (durante la rabia), audición aguda (a los ruidos, voces y conversaciones), olfato agudo (a los olores fuertes, al tabaco), gusto agudo (excesivamente), agrava por el ligero contacto. Sensibilidad de la cabeza: del cerebro, del cuero cabelludo, al contacto, al cepillarse el cabello, a la menor sacudida, al pisar.

“Puede pensarse que Belladonna es un remedio supersensitivo, con un estado de hiperestesia. Irritabilidad de los tejidos y centros nerviosos, desenvuelve y aumenta el sentido del sabor, del tacto, del olfato. Muy sensible a las impresiones, sensible a la luz, al ruido, al movimiento. El sensorio violentamente excitado. La excesiva irritabilidad nerviosa se presenta, quizá, como una de las características más prominentes de Belladonna en contraste con medicinas como Opium, que privan al paciente de toda sensibilidad. Cuanto mayor congestión hay en Belladonna, mayor excitabilidad; cuanto mayor congestión hay en Opium, menos excitabilidad. Y, sin embargo, son muy similares en muchos sentidos, muy similares de aspecto, en la apariencia de los ojos y la cara, similares en los estados patológicos… Esta aumentada sensibilidad se hace sentir en el cuero cabelludo, y más en las mujeres; no se las puede peinar. Los pacientes de Belladonna no suelen tener el cabello peinado ni cepillado, se dejan el cabello suelto. Parece como si le arrancaran el cabello; no se le puede tocar” (Kent).

“Belladonna es uno de los remedios más dolorosos, excesivamente sensible, sufre más que otra clase de persona. No hay que olvidar que los dolores se presentan repentinamente, permanecen más o menos tiempo y desaparecen repentinamente. Sucede esto en neuralgias, en estados inflamatorios, órganos inflamados, en cualquier forma que sea. Dolor, laceración, punzadas, ardor, aguijonamiento y escozor, todo al mismo tiempo, así el sufrimiento es grande. Empeora por movimiento o sacudimiento, por luz, por frío. Necesita estar arropado y empeora con las corrientes de aire” (Kent).

5. Inflamación: súbita, intensa, gangrenosa, después de una operación, externa e internamente, de las membranas mucosas, nervios, ganglios, vasos linfáticos y sanguíneos, articulaciones, huesos, cerebro, meninges, ojo, oído, labios, glándulas parótidas y submaxilares, garganta (amígdalas), laringe, estómago, abdomen (apéndice, hígado, peritoneo), riñones, vejiga, testículos, ovarios, útero, mamas, bronquios y pulmones.

“En la etapa de comienzo de los procesos inflamatorios que se localizan, Belladonna es el remedio indicado con mayor frecuencia que cualquier otro. Poco importa el lugar en que se localizan, ya sea en la cabeza, en la garganta, en las mamas o en cualquier otra parte, con tal que sobrevengan bruscamente, sigan una evolución rápida y haya enrojecimiento, dolor y, especialmente, latidos. Es asombroso ver cuántas inflamaciones locales, un ántrax o incluso un forúnculo, llegan a perturbar el estado general y la circulación, hasta el punto de producir la fiebre inflamatoria, acompañada de los característicos síntomas cefálicos que reclaman Belladonna, y no menos asombroso es observar cómo este remedio, cuando está indicado, domina toda la afección, tanto local como general” (Nash).

“Belladonna tiene inflamaciones de todos los órganos, especialmente el cerebro, hígado y a veces el intestino. Estas inflamaciones tienen siempre violento calor, más marcado en Belladonna caso que en ningún otro remedio. Si usted pone su mano en un sujeto de Belladonna, la retira en seguida por efecto del calor intenso, y esta impresión permanece en su memoria por algún tiempo… Tiene otro aspecto las inflamaciones y fiebres de Belladonna, y es que las partes inflamadas y principalmente la piel están muy encarnadas, y conforme avanza la inflamación, aumenta en color oscuro. Al avanzar la fiebre, la cara se motea, pero la primera representación de Belladonna es encarnado brillante… Otro rasgo en sus inflamaciones y partes enfermas es el ardor. El ardor de la garganta es como si tuviera allí un carbón encendido; inflamaciones de las tonsilas, ardientes como fuego; en la fiebre escarlatina la piel arde. El enfermo observa la sensación que le produce al doctor el tocarle y le dice: “Así ardo, doctor” … Tenemos también en Belladonna hinchazón. Las partes inflamadas se hinchan rápidamente, con extrema sensibilidad al tacto, muy dolorosas como si fueran a reventar. Además de la hinchazón, rojez, calor y ardor, presenta latidos. Todo le late. Con todas las congestiones e inflamaciones tiene latidos. La parte enferma late y sus carótidas laten” (Kent).

6. Fiebre: inflamatoria, ardiente, con delirio furioso, distensión de vasos sanguíneos y coloración roja de la cara. Calor febril intenso, el cuerpo se calienta dentro y fuera calor seco, con escalofrío o ausente, alternando con escalofríos, con transpiración ausente, transpiración con calor, continua (eruptiva), remitente (infantil), cerebroespinal, catarral, escarlatina, biliosa, gástrica, durante la dentición, por la tarde, al anochecer, por la noche. Durante la fiebre: excitación, asustadizo, hablar difícil, hace gestos de hurgar la ropa de la cama con las manos, gritos, durmiendo murmura o quejidos o sobresaltos, convulsiones clónicas o tónicas, tics espasmódicos, hinchazón de los ganglios, dolor y pulsación en la cabeza, boca y lengua seca, sed agrava, sed de pequeñas cantidades, tos, vómitos ácidos, estreñimiento, urgencia de orinar, dolor en miembros superiores.

“Este remedio se señala por eretismo, delirio violento, cefalea, carótidas pulsantes y síntomas cerebrales; la piel está caliente y quema, parece que el calor sale del cuerpo; puede ser seguido de sudoración profusa, que no da alivio. Sus características son, brevemente: calor general seco con escalofrío, poca o no hay sed, de hecho, el paciente puede tener desagrado por el agua, extremidades frías y cefalea pulsante. La fiebre se agrava en las noches” (Pierce).

“La fiebre empieza siempre por un escalofrío que en lugar de comenzar de los pies a la cabeza (Aconitum), comienza en los dos brazos. Durante el estado de escalofrío de Belladonna, los pies del sujeto están extremadamente fríos, característica inversa a Aconitum. El calor aparece bruscamente. La piel está caliente y característicamente irradia calor, que se percibe a distancia. Al mismo tiempo se observa una distensión considerable en los vasos superficiales, batimiento de los temporales y carótidas, la cara está muy roja y al destapar al enfermo se le encuentra transpirando. La transpiración acusa la declinación de la fiebre, se manifiesta casi siempre sobre las partes cubiertas, tiene olor penetrante y mancha la ropa de amarillo. El pulso es rápido, frecuente, brincón, duro como grano de plomo; éste es un pulso en hilo de hierro. El abatimiento es la gran característica de Belladonna (contrario al de Aconitum que está agitado, ansioso), esto puede dar lugar a una excitación considerable cuando el enfermo tiene delirio. La piel del sujeto de Belladonna está roja y puede ser el asiento de una erupción roja brillante” (Vannier).

Síntomas importantes

1. Sueño: insomnio (por sacudidas, con somnolencia, con delirio, durante el embarazo y la menopausia), despertar (por sacudidas, como por susto, por tos), inquieto, no reparador, somnolencia (con transpiración, durante el delirio), profundo, semiconsciente, comatoso. Durante el sueño: delirio, habla (en voz alta), murmura, grita, hace gestos involuntarios en las manos de agarrar, patea, peleador, transpiración, rotación de la cabeza, ojos abiertos, rechina dientes, tos, sobresaltos (al dormirse, durante la fiebre), temblor, sacudidas de los músculos, convulsiones.

“La somnolencia o el sueño en Belladonna no es un coma claramente marcado. No es la somnolencia o el estupor que se desarrolla en el envenenamiento de la sangre, estado en el que el cerebro es tan impropiamente provisto de oxígeno, que pierde su actividad. Esta no es la condición de este medicamento; el sueño de Belladonna puede ser profundo, el enfermo puede roncar, puede dormir tan pesado como un leño, pero el sueño no es tranquilo y pasivo. El enfermo grita durante el sueño, los músculos se contraen, la boca está en constante movimiento como si estuviera masticando y hay rechinamiento de dientes. De hecho, hay casi siempre síntomas que revelan una irritación cerebral de carácter activo. Cuando el enfermo despierta de su sueño se violenta mirando en rededor de su pieza de un modo feroz y golpeando a los que están a su alcance… Respecto a la irritación cerebral, es necesario no confundirla con la metástasis de la enfermedad al cerebro. Se trata de una simple irritación producida ya por la fiebre, por la intensidad del dolor, o por el envenenamiento de la sangre o por los tres factores juntos, produciendo síntomas que van desde el simple despertar con sobresalto del sueño o las sacudidas de grupos musculares aislados, hasta el delirio más violento, con gritos agudos y del saltar del enfermo de la cama. Sin embargo, si la metástasis se presenta, Belladonna aún podría estar indicado” (Farrington).

2. Constricción internamente: sensación de banda, espasmo de esfínter de los orificios. Constricción en: cabeza (como por una banda o aro, como apretado por una cuerda), garganta, faringe, laringe (durante la tos), tráquea, pecho (convulsiva, como por una banda), región cervical, esófago, ombligo como por una banda o aro, hipogastrio, recto, ano, cuello de la vejiga acompañada de retención de orina, uretra (agrava durante la micción), pene, útero (cuello uterino) y vagina introito.

 “Una particularidad de Belladonna es la facultad de excitar la contracción de las fibras circulares de los vasos sanguíneos, la contracción de los esfínteres, etc. Esta cualidad universal de Belladonna tiene sus demostraciones en la constricción de la garganta que empeora por los líquidos; constricción del esfínter anal que, por la urgencia, tenesmo y presión en el recto, sugiere el empleo de Belladonna en la disentería; constricción espasmódica del cuello uterino retardando el parto; deseo frecuente e ineficaz de orinar, con micción poco abundante” (Farrington).

“Constricciones espasmódicas de la laringe, faringe y del esófago. Belladonna tiene dolores en partes como si le apretaran con los dedos. Esa sensación de apresamiento se siente en el útero, en el hígado, en el cerebro, en la garganta. Contracciones nerviosas y sacudimiento de los músculos con violento dolor de las partes. Este es un rasgo característico de Belladonna. Los pacientes incapaces de describir lo que sienten, dicen: Doctor, siento que me aprietan aquí” (Kent).

3. Convulsiones: tónicas, clónicas, epilépticas, epileptiformes, cambiantes en carácter, rigidez tetánica, apopléjicas, sin conciencia, con rabia, histéricas, por excitación, súbitas, comienzan en el brazo, del lado derecho del cuerpo, con caída (hacia atrás), con hidrofobia, al ver agua, por líquidos, al contacto, durante la menstruación, durante el embarazo, durante el parto, puerperales, en niños, durante la dentición, por gusanos, durante el dolor, después de drogas, erupciones, durante el sarampión. Antes de las convulsiones: gritos, risa; durante las convulsiones: delirio, llanto, risa, calor febril intenso, transpiración, congestión de la cabeza, cara roja o azulada, diplopía, tos, frialdad de las extremidades, tiesura o rigidez de las extremidades; después de las convulsiones: risa, estupor, inconsciencia, parálisis de un lado. Epilépticas con aura de: sensación de un ratón corriendo, trastornos visuales y auditivos, calor febril en el estómago; pupilas dilatadas durante las convulsiones epilépticas y náuseas después de las convulsiones epilépticas.

“Es un remedio especial para las epilepsias agudas, cuando los síntomas cerebrales son prominentes, cuando la cara está con rubor, y todo el padecimiento parece el cuadro de una irritación cerebral, y más especialmente si el paciente es joven. Hay un aura como si un ratón corriera sobre una extremidad, o de calor que nace del estómago. Hay alucinaciones visuales o auditivas, y las convulsiones tienden a comenzar en una extremidad superior y se extienden a la boca, cara y ojos. La gran irritabilidad del sistema nervioso, sueños que fácilmente altera, sus sobresaltos, sus temblores, sus movimientos desordenados y los síntomas generales de Belladonna, indican su elección fácilmente” (Dewey).

“Las convulsiones de Belladonna presentan la cara roja, son inesperadas y violentas. Congestión del cerebro con excitación, e intenso calor. Todo es intenso, violento, repentino e inesperado. En los partos los dolores cesan repentinamente y se presenta la convulsión. Convulsiones de carácter epileptiforme. Belladonna no es medicamento para padecimientos periódicos, ni aún en los casos en que Belladonna los alivia; aunque lo alivie la primera vez, debe tomarse nota y no fiarse, porque sucede que este ataque es el primero de una serie que se presentarán sucesivamente; la segunda vez Belladonna aliviará menos y la tercera vez será inútil” (Kent).

4. Sequedad de partes internas habitualmente húmedas. Sequedad en: ojo, interior de la nariz (durante la fiebre, durante la coriza), labios, boca (con sed, sin sed, durante la fiebre), lengua (durante la fiebre), paladar, garganta (durante la transpiración), laringe (aversión a beber, por la noche, con tos), vagina. Sensación de sequedad en partes internas.

“En las membranas mucosas tendremos otro fuerte rasgo de Belladonna que caracteriza a la mayoría de sus dolencias, y es su gran sequedad. Sequedad en la nariz, en la boca, en la lengua, en la garganta, en el pecho, en las mucosas que se extienden dentro del oído por la trompa de Eustaquio, y evidencias tales como tos seca y condiciones espasmódicas. Estas son tan generales que, con los síntomas de la nariz, la coriza, los síntomas de la garganta y la tos, las membranas mucosas se encuentran secas. En esto se parece a Phosphorus, que también tiene dolor de garganta con sequedad de la boca, lengua y vías respiratorias” (Kent).

5. Movimiento agrava, en síntomas como: en mente, escalofrío, fiebre, transpiración, de la parte afectada, trastornos de la circulación de la sangre, convulsiones, vértigo, pulsación en cabeza, epistaxis, tos, palpitaciones del corazón, diarrea, micción involuntaria, metrorragia, y dolores en: cabeza, cara, ojo, garganta, laringe, pecho, espalda, estómago, abdomen, hígado, hipogastrio, vejiga, ovarios, útero y extremidades superiores.

“La mayor parte de las molestias de Belladonna se mejoran con la quietud y se agravan con el movimiento. La aversión al más ligero movimiento es tan fuerte en Belladonna como en Bryonia. En los pacientes de Belladonna a veces hasta el hablar les molesta. La repercusión de la voz les molesta en las partes doloridas. En las inflamaciones del útero y ovarios he visto casos que evitaban hablar porque la repercusión de la voz producía dolor en las partes. Esto solo demuestra una excesiva sensibilidad al movimiento y sacudidas” (Kent).

6. Dolor neurálgico en: cabeza, cara (neuralgia del trigémino), ojo, oído, dientes, región intercostal, espalda, diafragma, estómago, abdomen, recto, testículos, cordones espermáticos, ovarios, de una cadera a otra extendiéndose a útero, y extremidades. Dolor en el nervio ciático: desgarrador, punzante, enloquecedor, con sensibilidad, con cara roja, con contracción de músculos y tendones, apareciendo y desapareciendo súbitamente, aumentando y decreciendo súbitamente, por sacudidas.

“En la neuralgia estará indicado Belladonna cuando los dolores se presentan de un modo repentino, duran un tiempo más o menos largo y desaparecen también repentinamente; los dolores son lancinantes, quemantes, desgarrantes y cambiantes. Empeoran por el movimiento, la luz, el ruido o el más ligero sacudimiento y por acostarse, mejorando por sentarse. En la prosopalgia (neuralgia dl trigémino), el lado derecho es el principalmente afectado, con especialidad los nervios suborbitarios; la cara está caliente y roja. En la ciática, el dolor empeora por la noche en la articulación de la cadera, obligando al enfermo a cambiar de posición. Todos estos dolores, lo mismo que las fiebres, propenden a exacerbarse entre dos y tres de la tarde y nuevamente a las once de la noche. El poder de este medicamento para producir dolores neurálgicos en cualquiera de los nervios raquídeos, ha conducido a recomendarlo en los dolores atroces que marcan el principio de la ataxia locomotriz” (Farrington).

7. Dolor de cabeza: violento, paroxístico, dolorido, presivo, como por congestión, martillante, pulsante, explosivo, estremecedor, enloquecedor, neurálgico, aumenta gradualmente y disminuye súbitamente, aumenta y disminuye súbitamente, durante el escalofrío y el calor febril, después de excitación emocional, con vértigo, con cara roja y vómitos y diarrea, acompañado de dolor en el ojo, por conmoción cerebral, enfriándose, al aire frío, al coger frío en la cabeza, después de cortarse el cabello, mojándose (la cabeza), calentándose, por el calor de la cama y de la habitación, por exposición al sol, en verano, al ceñirse o vendarse el cabello, por movimiento (de la cabeza, de los ojos), por sacudida, al pisar (fuerte), al caminar (al aire libre, rápidamente), al ascender escaleras, descendiendo, por esfuerzo, al agacharse, acostado, por contacto, por la luz, por ruido, por olores fuertes, durante la menstruación, durante el embarazo, durante la coriza, durante la tos, extendiéndose a la frente, en el lado derecho de la cabeza, en occipucio, por la tarde (15 h, 16 a 3 h), al anochecer; mejora al: acostarse en una habitación oscura, cerrar los ojos, envolverse la cabeza, presión, apoyarse sobre algo, doblarse hacia atrás, incorporarse sentado en la cama.

“Las cefalalgias de Belladonna son nerviosas y congestivas. Las cefalalgias nerviosas son unilaterales, afectando el lado derecho; empeoran de las cuatro de la tarde a las tres de la mañana siendo más intensas al acostarse; en el cerebro hay la sensación de como si se tuviera agua que se mueve; parece como si se produjera ruido en el cerebro, con agravación por la luz, el ruido o cualquiera sacudida desagradable. Hay vómitos, imposibilidad de permanecer tranquilo, está agitado. Las cefalalgias congestivas son de carácter pulsátil, con agravación al inclinar la cabeza hacia la parte más congestionada del cerebro, los dolores son a menudo de carácter hiriente y punzante, volviendo casi loco al enfermo. Cuando todo el cerebro está afectado, el enfermo la sostiene, como para impedir de este modo que el peso lo doblegue; al mismo tiempo que se presenta este dolor, generalmente la cara está roja y hay un violento latido de las carótidas. La mente con frecuencia está afectada, el enfermo llega a ser delirante, turbulento y excitado, y tiene toda clase de alucinaciones” (Farrington).

“De acuerdo con la descripción de este remedio hecha hasta el momento se podría esperar que fuera muy eficaz para las cefaleas congestivas y así es en efecto y no sólo para ellas, sino también para las cefaleas neurálgicas. Los dolores son pulsátiles con los ya mencionados signos de evidente congestión de la cabeza. Las cefaleas de Belladonna, sean congestivas o neurálgicas, están agravadas al inclinarse hacia adelante, al doblarse hacia abajo o estando acostado, es decir, por todas las actitudes que sacan al paciente de la posición vertical. «Peor estando acostado» parece ser realmente una característica general muy segura. El mayor de los Lippe me habló una vez de un caso de nódulo o formación mamaria sospechosa, acompañada de dolor en el seno; databa de largo tiempo y, según su expresión, parecía un caso para el cirujano (cáncer). Pues bien, este caso se curó completamente con unas pocas dosis de Belladonna; fue guiado hacia este remedio por la circunstancia de que los dolores estaban muy agravados cuando la enferma se hallaba acostada. Desde entonces yo he observado y verificado este síntoma en muchos casos de diferentes clases” (Nash).

8. En ojo, inflamación: agrava por calor, catarral por frío, conjuntiva, retina (hemorrágica, neurorretinitis). Dolor: derecho, ardiente, punzante hacia adentro, durante la transpiración. Hiperemia, coloración roja, sequedad, lagrimeo, pulsación en los ojos, pupilas dilatadas y sensibles a la luz, sensible (a objetos brillantes), fotofobia, fotomanía, mirada fija, mirada salvaje, protrusión, torcido, estrabismo, guiñar, tremor de párpados, movimiento convulsivo, parálisis del nervio óptico.

“En las inflamaciones de los ojos, como en la conjuntivitis o escleritis está indicado Belladonna por lo repentino de los dolores y del ataque y por la violencia de los síntomas. Hay una gran intolerancia a la luz. Los ojos se sienten como si estuvieran enormemente hinchados. La conjuntiva está de un rojo encendido; estos síntomas proporcionan un cuadro perfecto de Belladonna. Parece atacar el ojo derecho más que el izquierdo. Es la congestión intensa, la que nos conduce a la elección de Belladonna en las afecciones de los ojos; la misma observación se aplica igualmente a las neuralgias en y alrededor de los ojos” (Farrington).

“Estado inflamatorio de los ojos. Ojos brillantes, pupilas dilatadas, cara sonrojada, intenso enrojecimiento de la parte inflamada. Inflamación de todos los tejidos de los ojos, los párpados y todas las partes del globo del ojo, con dolor sumamente violento. Calor, enrojecimiento y ardor, las tres fuertes características del remedio que aparecen también en los sufrimientos oculares. Pulsación, tumefacción, lagrimeo, fotofobia muy intensa, congestión y plenitud de todas las partes. Ojos fijos, semiabiertos, salientes. Inflamación del nervio óptico y la retina. Otra característica que corresponde al ojo es el estrabismo. No para esos casos que llegan gradualmente, que demandarán cirugía, sino los que se producen con la congestión cerebral. Después de un día o dos los ojos empiezan a mirar hacia adentro y el pequeño queda bizco; este es un indicio adicional para Belladonna” (Kent).

9. En oído: inflamación: oído externo, meato, medio. Dolor: derecho, punzante, desgarrador, como si lo estrujaran, con dolor en la cara, extendiéndose al cuello y hacia abajo, durante la coriza, después de coger un resfriado, reumático, agrava por ruido, por la noche. Coloración roja, caliente, pulsación, comezón, sensación de viento, ruidos en el oído de campanilleo y de rugidos, supuración, ulceración, parálisis del nervio auditivo. Secreciones: de cerumen en oído derecho, de sangre, malolientes.

“Lo encontramos como el mejor, aun cuando por ningún motivo el único remedio, en la otitis media. Esta afección a veces nos confundirá; los síntomas son muy intensos; el niño se sostiene la cabeza con las manos y puede creerse erróneamente que la afección ahí radica. Los dolores son terebrantes, desgarrantes y de carácter atormentador. Estos caracteres necesariamente son debidos a las relaciones anatómicas de la región afectada. Se presentan repentinamente y son muy violentos; parecen herir el otro oído o la cabeza, con zumbidos y rugidos. Ahora, si se inspecciona el oído, se encuentra el tímpano prominente hacia afuera; sus vasos sanguíneos muy dilatados y de hecho tiene un aspecto marcadamente inflamado. Hay una rápida formación de pus que busca salida ya sea perforando el tímpano, por la trompa de Eustaquio o hacia la cavidad craneana. En este último caso producirá síntomas alarmantes, sino es que mortales. Es nuestro deber reconocer este padecimiento desde un principio, cuando todavía hay oportunidad de salvar el oído. Creo que Belladonna será nuestro mejor medicamento para los primeros estadios de la enfermedad; más tarde, estarán indicados otros como Hepar y Tellurium” (Nash).

10. Dolor en los dientes: derecha, neurálgico, pulsante, sacudiente, tironeante, desgarrador, taladrante, intermitente, apareciendo y desapareciendo repentinamente, extendiéndose a la cabeza, en pacientes nerviosos, durante el embarazo, en niños, en la primavera, al anochecer, por la noche; agrava por aire frío, por corriente de aire, después de comer, por café, por contacto, y mejora por la presión; acompañado de: dolor de la cara, coloración roja de la cara, mejillas hinchadas, dolor ardiente en ojos, dolorimiento en oídos, sequedad en garganta.

“En la neuralgia facial y en la odontalgia, el lado derecho es el más afectado, el dolor se presenta y se retira súbitamente, y aunque se agrava con tocar los dientes ligeramente, la presión o apretando los dientes con firmeza, parece que detiene la afluencia de sangre y se consigue un alivio momentáneo” (Pierce).

11. En garganta, inflamación: amígdalas (aguda), úvula, faringe, fauces, derecha, folicular, erisipelatosa, durante la transpiración, después de un resfrío, fiebre escarlatina. Dolor: como en carne viva, dolorida, punzante, durante la transpiración, al tragar (líquidos, en vacío), durante la tos, en movimiento, en amígdalas, extendiéndose al oído. Coloración roja (amígdalas, úvula), irritación, sequedad (durante la transpiración), catarro, supuración (amígdala aguda), aftas (en amígdalas), sensación de cuerpo extraño, sensación de un bulto ascendente, estrechez (sensación), constricción, ahogo (al dormirse).

“La garganta es un punto prominente de ataque en las patogenesias de Belladonna. La inflamación que produce es de un tipo muy común. Inspeccionando el interior de la garganta se encontrarán las fauces inflamadas y de un rojo encendido las tonsilas, particularmente la derecha, agrandada y tendiendo la enfermedad a propagarse al lado izquierdo. Todos estos síntomas tienen la misma rapidez que notamos en toda la sintomatología de Belladonna. Hay notable constricción de las fauces y la glotis, por lo que cualquier intento de deglutir es seguido de una constricción repentina de la garganta y expulsión de los alimentos por la nariz y boca. Si el enfermo intenta beber, en el momento en que el agua toca las fauces, es expulsada y escapa por donde puede. El enfermo parece sentirse peor al deglutir los líquidos, que al deglutir los sólidos o saliva. Las tonsilas supuran rápidamente. Los ganglios del cuello comúnmente están infartados y se sienten como almendras, pero muy duros y sensibles” (Farrington).

12. En laringe, inflamación: aguda, catarral, gangrenosa. Dolor: dolorida, ardiente, en carne viva, durante la fiebre y la transpiración, girando la cabeza, doblando la cabeza hacia atrás, por movimiento, al hablar, respirando, al tragar, al contacto, durante la tos. Sensible, irritación (al aire libre), carraspera, sequedad (con aversión a beber), cosquilleo, sensación de cuerpo extraño, constricción, espasmos, crup. Voz: ronquera (súbita, dolorosa, cuando grita), áspera, más aguda, débil, pérdida.

“Inflamación de la laringe, aguda, que llega muy repentinamente. Empieza con una aspereza a la garganta, un escozor, raspaduras y la formación de un poco de mucus. Después de mucho hacerse sentir las raspaduras y expectorar se extiende un poco hacia arriba por la garganta; pero antes de que el paciente empiece a toser, se ha secado totalmente. Tan pronto como el paciente trata de dormir, llega el apretón y lo despierta; espasmo en la garganta. Laringitis con sensibilidad; cada movimiento o el menor intento de hablar, el más ligero esfuerzo por mover la laringe o por tocarla causan sufrimientos. El mover la cabeza hacia atrás o de un lado a otro causan dolor y hacen toser. El tragar lo agrava; a medida que el bolo desciende detrás de la laringe, el paciente siente un gran lugar dolorido, es la laringe. Repentinos ataques de ronquera; hay afonía y pérdida de la voz; la voz cambia, en cierto momento está perfectamente y un minuto después ha cambiado, algunas veces está ronca, otras veces es chillona, y luego se produce la total pérdida de la voz. Espasmo de la glotis; todos los síntomas de «crup», pero sin membrana. Es simplemente una laringe seca, desnuda, con aspereza y raspadura; un estado inflamatorio” (Kent).

13. Tos: seca, hueca, ronca, ladrante, dura o penosa, persistente, agotadora, atormentadora, torturante, paroxística, espasmódica, violenta, dolorosa, por cosquilleo en laringe, por irritación en la laringe, por sensación de cuerpo extraño en laringe, agrava al respirar profundo, por la noche, tos ferina en el primer estadío de tos inflamatoria. Durante la tos: coloración roja de la cara, gusto sanguinolento, y dolor en: partes afectadas (punzante), cabeza (explosivo), laringe (dolorida), pecho (punzante), espalda (columna) y abdomen. Expectoración: sanguinolenta rojo brillante. Respiración: lenta, acelerada, irregular, superficial, estridulosa, sibilante.

“Belladonna produce tos por cosquilleo de la laringe, como si se estuviera inhalando polvo; la cara es roja, los ojos centelleantes; la tos es seca; se presenta en forma de violentos ataques; tos con resequedad y presión en la parte más elevada del pecho; empeora en las tardes y en la noche, justamente después de acostarse; el esputo es mucoso y estriado de sangre; la laringe está dolorida y caliente al interior; empeora por la presión; hay ardor en el pecho; dolores hirientes producidos por toser o por el movimiento, pero no afectados por la respiración; presión en el pecho y entre los omóplatos, con disnea por caminar o sentarse” (Farrington).

14. Dolor de estómago: dolorido, ardiente, punzante, calambroide, paroxísmico, neurálgico, al caminar, al pisar, por traqueteo de un vehículo, extendiéndose a la espalda entre los hombros, antes y después de la menstruación, mejora doblarse hacia atrás. En estómago, además: eructos, arcadas, náuseas (con ansiedad, después de coger un resfriado, durante el embarazo), vómito (ácidos, de bilis, comida), repugnancia por la comida, apetito incrementado e insaciable, sed (extrema, inextinguible, durante la fiebre, durante la menstruación), tensión en epigastrio, pulsación, inflamación.

“En estómago hay náuseas y vómitos de los alimentos, dolencias y ardor, y generalmente sed de agua fría. Allen dice: “Las náuseas y el vómito están entre los efectos más persistentes de esta droga; estos síntomas están acompañados de otros de Belladonna con más frecuencia de lo que generalmente se supone”. Es útil en la gastritis y en la más violenta gastralgia, acompañada, como guía principal del remedio, del carácter paroxismal de los dolores, sin deseo de inclinarse si no más bien de doblarse para atrás. Hering habla además de “dolor en el estómago que se extiende hacia la espina, entre los hombros”” (Pierce).

15. En abdomen, inflamación: ciego, apéndice, peritoneo, hígado. Dolor: aumentando y disminuyendo rápidamente, dolorido, arrastrante o pesante, calambroide, paroxístico, durante la transpiración, por contacto, por la ropa, por presión, por movimiento, por sacudida, durante la tos, arrastrante antes y durante la menstruación, durante el embarazo, en hígado cólico por cálculos biliares; mejora: acostado sobre el abdomen, sentándose doblado hacia adelante, flexionando los miembros. Congestión, calor febril, distensión en abdomen inferior, borborigmo, flatulencia dolorosa, úlceras, invaginación. Hernia inguinal: dolorosa, protrusión, estrangulada, en niños.

“En la inflamación del abdomen encontramos algunas veces indicado a Belladonna, por ejemplo, en la peritonitis, vaya o no acompañada de metritis y sea o no de origen puerperal. Los síntomas que la indican son los siguientes: al principio timpanismo, el abdomen está agrandado como un tambor; muy sensible al tacto, de tal manera que el enfermo desea que toda la ropa de la cama se le quite. La menor trepidación en su pieza le agrava; si alguien inesperadamente tropieza contra la cama, el enfermo se queja amargamente de dolor. Al palpar el abdomen del enfermo lo notaremos extremadamente caliente; al levantar las ropas de la cama notaremos la salida de un vapor caliente del que ya se ha hecho referencia. Hay marcada irritación cerebral” (Farrington).

16. Diarrea: aguda, después de coger un resfriado, después de cortarse el pelo, por tiempo cálido, por luz brillante, por movimiento, en niños, durante la dentición, por la tarde. Durante la diarrea: calor en la cabeza, dolor abdominal y en el recto. Heces: pequeña cantidad, escasas, delgadas, frecuentes, mucosas, duras, blancas, verdes, sanguinolentas.

“Encontraremos indicado a Belladonna en la diarrea; se adapta con particularidad a la diarrea disentérica, sobre todo si es a frigore; las evacuaciones van acompañadas de considerable tenesmo (pues debemos recordar que Belladonna tiene gran afinidad por los esfínteres); las evacuaciones son mucosas y sanguinolentas; en las afecciones del estío (verano) las evacuaciones son amarillentas o verdes conteniendo bolas semejantes al gis, debido, sin duda a la presencia de grasas y caseína” (Farrington).

17. En vejiga: inflamación (aguda), debilidad, parálisis (esfínter), retención de orina (inmediatamente después del parto), constricción (cuello de la vejiga, acompañada de retención de orina), espasmo, tenesmo. Dolor: dolorido, cortante, calambroide, por movimiento, por sacudida, en cuello de la vejiga. Micción: disuria (dolorosa), urgencia de orinar (frecuente, acompañada de secreción profusa, dolorosa, durante la fiebre), involuntaria (por la noche, por movimiento, al toser), frecuente (por la noche), goteando (involuntariamente), chorro débil, retardada y debe esperar para comenzar a orinar. Orina: ardiente, oscura o turbia, sanguinolenta, con sedimento rojo y albuminoso; de color: oscuro, rojo (intenso), marrón, amarillo, pálido.

“Ningún remedio tiene tan grande irritación en la vejiga y vías urinarias como Belladonna; el deseo de orinar es constante; la orina gotea y arde intensamente a lo largo de la uretra. Belladonna ha curado inflamación de la vejiga; en esta inflamación se encuentra siempre la sensibilidad a la presión y al movimiento de Belladonna, además de la irritación del estado mental y el sistema nervioso. La orina está disminuida, sangrienta, a veces pura sangre o pequeños coágulos que vienen de la vejiga. Gotea la orina durante el sueño; en las afecciones cerebrales gotea también la orina; sueña que orina y lo hace involuntariamente; goteo involuntario al estar de pie o pasear, y a veces por un sencillo movimiento la orina sale a chorro. La urgencia es violenta, repentina y dolorosa cuando la orina ha sido retenida en la vejiga. Esta molestia depende mucho de espasmos en el cuello de la vejiga, siente presión espasmódica por una sacudida, por frío, por susto, por ansiedad y por molestias mentales. Tenesmo de la vejiga.” (Kent).

18. Dolor en el útero: dolorido, presivo, punzante, tironeante, súbitamente viene y se va, en paroxismos, por movimiento, por sacudida, caminando, durante la menstruación. En útero, además: inflamación, congestión (durante la menstruación), pulsación, pesadez, desplazamiento, contracciones (en reloj de arena, durante el parto contracción espasmódica en cuello uterino), pólipos. Menstruación: copiosa, demasiado frecuente, dolorosa, maloliente, intermitente, sangre fluida con coágulos, rojo brillante (mezclada con coágulos oscuros), coagulada (coágulos oscuros), suprimida. Metrorragia: súbita, activa, profusa, caliente, rojo brillante con coágulos, coagulada mezclada con sangre líquida oscura. Leucorrea: blanca, sanguinolenta. En ovarios: dolor (derecho, por movimiento), agrandados, inflamación, pulsación, quistes en el derecho. Trastornos durante el embarazo, aborto (por inercia del útero), placenta retenida, trastornos durante y después del parto; dolores de parto: demasiado dolorosos, espasmódicos, débiles, cesan, falsos; entuertos, loquios escasos y pútridos.

“Sobre los órganos genitales femeninos esta droga obra de un modo decidido. Produce constante y violenta pesantez que empeora por acostarse, mejorando por sentarse (Sepia es su opuesto). Bajo la acción de Belladonna la menstruación es prematura y copiosa, de color rojo encendido, acompañada de dolores calamboideos y desgarrantes en el dorso, los brazos, etc., y cefalalgia batiente. Dismenorrea congestiva, intensamente dolorosa; pesantez, dolor cortante de atrás hacia adelante o viceversa; flujo menstrual que sin ningún motivo aparente es fétido; loquios fétidos también sin causa justificable. Hemorragias uterinas; al salir la sangre se siente caliente; leucorrea con pesantez; cuello del útero espasmódico, pareciendo muy caliente y sensible; dolor en el dorso, como si se rompiera. Los dolores del parto vienen y se retiran repentinamente; dolores violentos pero ineficaces durante el trabajo del parto. Puede hacerse uso de Belladonna durante el parto, cuando el cuello uterino no se dilata, debido a un estado espasmódico del mismo. Los dolores son violentos, produciendo gran angustia y, sin embargo, el trabajo no progresa; al hacer la palpación se encuentra el cuello demasiado rígido y espasmódico; generalmente unas cuantas dosis de Belladonna serán suficientes para corregir este defecto” (Farrington).

“El sangrado uterino característico de Belladonna es un líquido encarnado brillante mezclados con coágulos (en esto es igual a Sabina). En el útero se forman coágulos, se contrae para expelerlos y se sienten dolores como de parto. Esta hemorragia ocurre también en los abortos, siendo un gran remedio para detener la hemorragia provocada por el aborto o por cualquier otra causa, siempre que los síntomas de sensibilidad estén presentes; sensibilidad al tacto y al movimiento. Es un gran remedio para las hemorragias después del parto; la sangre se siente caliente; contracciones hemorrágicas a intervalos. Contracciones que hacen tomar al útero la forma eclámptica. Es bastante frecuente que la placenta salga la primera por una contracción de la porción media del útero, y esto le hace tomar la forma de un reloj de arena; en la parte inferior de esta estrangulación se establece una hemorragia copiosa; Belladonna mejora esta especial contracción, permitiendo y provocando la total contracción. También tiene dismenorrea, dolores como de parto, espasmódicos. Las contracciones circulares son las más frecuentes en Belladonna; siente como si una cuerda rodease el cuerpo del útero, apretándolo; la paciente describe sus dolores como si el útero se lo estuviesen sajando” (Kent).

19. En articulaciones: inflamación, hinchazón, dolor (punzante, calambroide, desgarrador), debilidad, falta de flexibilidad, tensión, sacudidas. Dolor en las articulaciones de las extremidades: dolorido, punzante, desgarrador, gotoso, reumático; dolor: en las articulaciones del dedo índice, en la cadera, en las articulaciones de los miembros inferiores. Dolor en los músculos: punzante, tironeante, calambroide, desgarrador.

“Belladonna obra sobre el tejido muscular y también sobre las articulaciones; es uno de nuestros mejores medicamentos tanto en el reumatismo agudo como en el crónico. Las articulaciones afectadas están inflamadas, rojas, brillantes, y a menudo tienen vetas rojas que irradian a lo largo de los miembros. Es uno de nuestros mejores remedios para la tortícolis causada por un aire frío, por humedecerse la cabeza o por sentarse con la cabeza y el cuello expuestos a una corriente de aire” (Farrington).

“Belladonna cura inflamaciones reumáticas cuando las articulaciones se hinchan, y hay calor, rojez y ardor. El reumatismo de Belladonna siempre tiene estos tres síntomas y sensibilidad al movimiento de la cama y a las sacudidas. Inflamación de las articulaciones por exposición al frío; la repentina exposición al frío en individuos pletóricos es una de las más prominentes causas de enfermedad; puede localizarse en una articulación o puede una articulación afectar a todas las articulaciones” (Kent).

20. En piel: coloración (pálida, roja, manchas rojas), brillante, seca (ardiente, incapacidad para transpirar), sensibilidad, dolor cortante, ardor, picor ardiente, sensación de hinchazón, verrugas, úlceras (dolorosas, induradas, inflamadas, supurativas, gangrenosas), erisipela (lisa, rojo escarlata, con hinchazón, vesicular, gangrenosa); erupciones: dolorosas, ardientes, descamantes, eritema, planas, ronchas, sarpullido (rojo, escarlata), forúnculos, vesiculares, pústulas, carbunco, escarlatina (lisa).

“Belladonna en la piel produce primeramente un eritema, una rubicundez viva, escarlata de la piel; esta se pone excesivamente sensible al tacto. Algunas veces el eritema consiste en un rojo uniforme en la superficie de todo el cuerpo, tal como se presenta en la escarlatina de tipo Sydenham. Otras veces es de una apariencia erisipelatosa, presentándose en bandas que parten de un punto central e irradian en todas direcciones, siendo el color generalmente muy encendido; la hinchazón es rápida, con pronta invasión del tejido celular. Con eso tenemos un verdadero cuadro de la erisipela flegmonosa; con estos síntomas no se encuentra con frecuencia desarrollo de vesículas o pústulas; en lugar de esto, hay una superficie lisa, brillante y tensa. Los dolores son violentos y agudos, de carácter lancinante y punzante, y ordinariamente acompañados de muchos latidos, con particularidad, si las partes profundas han sido invadidas por la inflamación… Otra acción de Belladonna sobre la piel es la producción de forúnculos y abscesos; puede ser aplicado en la mastitis o inflamación de los senos. Está indicado aquí por la violencia de los síntomas, por la rubicundez irradiante, por los latidos y la tendencia a la supuración. Los mismos síntomas lo indican en los abscesos de cualquier naturaleza y situados en cualquier región del cuerpo. Aún los incordios de carácter específico, pueden necesitar de Belladonna, si los síntomas son violentos como los ya mencionados, prestando en este caso buen servicio, mientras está indicado. También lo encontraremos como medicamento para los forúnculos que se presentan en la primavera” (Farrington).

21. Fiebre escarlatina: irregular, sarpullido liso, profilaxis; acompañada de: inquietud, molestias del cerebro, convulsiones, coloración rojo brillante de la lengua, inflamación de la garganta, inflamación de ganglios cervicales, vómito, inflamación de los riñones. Trastornos después de la escarlatina, como: dolor de cabeza, molestias en los oídos, secreciones en el oído, audición disminuida, orina albuminosa.

“En la escarlatina está indicado, ante todo, por el color rosado brillante de todo el cuerpo y, en segundo lugar, por la irritación cerebral de naturaleza activa (ver comentario de Farrington en el síntoma del sueño)… Belladonna no produce rash miliar; el vómito es violento; Belladonna produce vómitos tan intensos, como Ipecacuana; está indicado particularmente en el vómito de origen cerebral. Los síntomas de la garganta son prominentes. Hay hinchazón rojo-brillante de la garganta; las tonsilas están brillantes; la lengua tiene la apariencia de la fresa o si está cubierta, la capa es delgada y las papilas sobresalientes se muestran a través. El pulso es lleno, fuerte y acelerado, hay gran agitación, como debe suponerse. Puede haber inflamación de los ganglios, particularmente del cuello. Puede haber supresión de la orina o ser esta profusa; uno u otro caso de estos, es incidente producido por Belladonna. El sueño de Belladonna puede ser profundo, pero no es tranquilo y pasivo” (Farrington).

Belladonna por Lathoud

Belladonna por Kent

Belladonna por Farrington