Por Iván Navas. Noviembre 4, 2025
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Causticum, Tintura acre sin potasa de Hahnemann, mezcla de cal cáustica u óxido de calcio y bisulfato de potasio, CaO + KHSO4, es un medicamento exclusivo de la homeopatía, completamente desconocido hasta Hahnemann, a quien le corresponde el honor de haberlo introducido en nuestra materia médica. Se prepara de la siguiente manera: se toma, aproximadamente, un kilogramo de cal recién apagada y después de sumergirla un minuto en agua destilada, se la coloca en un receptor bien seco, donde después de haber desarrollado mucho calor y vapor, pronto se transforma en polvo. Sesenta gramos de este polvo, mezclados en un mortero de porcelana con igual cantidad de bisulfato de potasa previamente fundido a fuego fuerte, luego enfriados, forman con sesenta gramos de agua hirviendo, una masa espesa que se coloca en un retorta para proceder a su destilación hasta su completo desecamiento. El producto de esta destilación, de aproximadamente 45 gramos de peso, contiene el cáusticum en estado de concentración. Es un líquido claro como el agua, con el olor de la disolución de la potasa cáustica, que causa una impresión estíptica sobre la lengua y extremo ardor en la garganta, que se congela a un grado de frío un poco más elevado que el necesario para congelar el agua. Una gota de este líquido mezclada con 100 gotas de alcohol nos ayuda a preparar por los procedimientos de dinamización, nuestra 1ra. centesimal, de la que obtendremos dinamizaciones más elevadas por los métodos hahnemannianos (Lathoud).
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Síntomas característicos
1. Trastornos por: pena, pena prolongada, por muerte de seres queridos (de padres o amigos, de un hijo), por engaño, engaño de amor, infelicidad, emociones (tristes), mortificación, por ser rechazado, por preocupaciones, malas noticias, por celibato, tras sufrir abusos (sexuales), por violencia.
Tristeza: día y noche (con llanto), melancólica, ansiosa, por reveses de la fortuna, sin causa, en amenorrea, antes o durante la menstruación, al toser. Llanto: fácil, por bagatelas (ríen o lloran en todo momento, en niños a la menor preocupación), involuntario, espasmódico, lloriquear (durante el sueño), desesperaciones de espasmos, durante o desesperaciones de las convulsiones, durante la parálisis, durante la tos, durante la embriaguez, desesperaciones de beber, en el sueño. Pesimista, se siente infortunado, quejas, desesperación (por decepción amorosa, de su recuperación). Cansancio de vivir, hastío o aborrecimiento de la vida, desea la muerte, presentimientos de muerte, disposición al suicidio.
«Ejerce una influencia muy depresora sobre la mente, en armonía con su acción general sobre el sistema nervioso. Estado de ánimo meláncólico: tristeza, desesperación; tienden a mirar el lado sombrío de todas las cosas. Esta melancolía puede sobrevenir por zozobra, aflicciones y pesares, pero como a menudo nace de aflicciones y pesares existentes desde largo tiempo, debe registrar en esos casos junto a Ignatia, Natrum muriaticum y Phosphoricum acidum. Ese es el estado preponderante de Causticum, pero puede alternar con un humor ansioso, irritable o histérico» (Nash).
2. Miedo de que algo sucederá: algo desagradable, a sí mismo, a su familia, que su marido no regresará nunca. Miedo: de oír malas noticias, a la desgracia, de un peligro inminente, del mal o maléfico, de accidentes (que sucedan a amigos), en una multitud, a las calles bulliciosas, de que se le acerquen, de la gente, a los extraños, de los animales, de los fantasmas, de la oscuridad, de estar solo (por la noche), de enfermedad del corazón, de la muerte (inminente, estando solo), de caer, de lugares altos, en un lugar estrecho, al cerrar los ojos, de la cama.
Ansiedad: con temor, por bagatelas, impulsado a ir de un lugar a otro, cerrando los ojos, cuando está solo, por el futuro, de conciencia, antes de viajar, por los negociaciones, por los demás, con disposición suicida, por ruido, al dormirse, por vigilia nocturna, con cansancio, hipocondríaca, por dolores, con cefalea, durante la fiebre, por deseo ineficaz de defecar. Lleno de preocupaciones: día y noche, por sus familiares, por los demás, por sus negociaciones. Asustadizo fácilmente, por bagatelas.
«La constitución ha sido quebrantada por los largos sufrimientos y los muchos problemas, y finalmente la mente entra en confusión. Al principio el paciente reconoce su incapacidad para ciertos trabajos intelectuales y entonces surgen su presagio de que algo está por sucesor. Es incapaz de pensar y, por consiguiente, de realizar sus cosas. Está cayendo en la imbecilidad. Abunda en fantasías llenas de temores. A cada momento siente temor de que algo vaya a suceder, miedo a la muerte, miedo de que le ocurra algo a su familia. Previendo siempre algún terrible acontecimiento. «Miedosa ansiedad», carga de terribles fantasías… Cuanto más piensa en sus malestares, peores son éstos. Malestares mentales y otros, procedimientos de prolongadas penas y tristezas» (Kent).
«Causticum responde, sobre todo, en los enfermos que son tímidos, nerviosos, ansiosos y llenos de imágenes temerosas, especialmente en la tarde, cuando se presenta el crepúsculo, cuando las sombras avanzan y las fantasías son más propicias. Por ejemplo, el niño está temeroso de irse a acostar en la oscuridad. Esto no se aplica a los niños desafortunados que tienen estos temores debido a una mala educación, sino a los que son tímidos como resultados de una acción nerviosa. Cuando esto sucede en el adulto, el enfermo está temeroso de que algo le suceda o tiene una impresión consciente de como si hubiera cometido un crimen; al cerrar los ojos ve imágenes espantosas. El enfermo, especialmente si se trata de una mujer, es propio a estar temeroso y melancólico. La cara revela el cuadro perfecto del estado mental y la expresión del estado depresivo; propende a ponerse de un color cetrino y de apariencia infermiza. El enfermo es taciturno y desconfiado o inclinado a ataques de ira, volviéndose regañón» (Farrington).
3. Agrava por el tiempo seco y frío seco; y mejora por el tiempo húmedo y lluvioso. Agrava, además, con el cambio de tiempo (de caliente a frío), con el frío, el aire frío, el viento frío o el viento seco, al enfriarse (o después de, sentándose en escaleras frías), al mojarse, con el baño (frío). Mejora por lo caliente: el aire, de aplicaciones, de la cama, de la habitación, de la estufa. Tiene falta de calor vital.
«La modalidad más característica de Causticum es la agravación por el tiempo frío y seco. La exposición al aire frío y seco puede afectar inmediatamente al sistema nervioso, especialmente el periférico. La parálisis puede deberse a una exposición al frío, afectando a la musculatura facial o a las cuerdas vocales (afonía completa, especialmente por la mañana). En cambio, experimenta una peculiar mejora de los dolores reumáticos en clima húmedo (incluso en frío húmedo). Por otra parte, los dolores reumáticos se agravan notablemente por los baños en agua fría, mientras que beber agua fría mejora los dolores gástricos y especialmente la tos (aunque no tan espectacularmente como la mejoría por bebidas frías de la tos de Spongia)» (Vithoulkas).
4. Parálisis: apareciendo gradualmente, después de mojarse, del lado derecho, de partes aisladas o de órganos. Parálisis de un lado: después de erupciones suprimidas, después de convulsiones y de apoplejía, con adormecimiento y frialdad de la parte paralizada. Paraplejía: acompañada de reumatismo, después de difteria, después del parto. Parálisis: progresiva, dolorosa o indolora, después de una emoción mental, después de esfuerzo, por cambio de tiempo de calor a frío húmedo, por baño de río en verano, descendientes de una corriente de aire o viento, por frío. Parálisis agitante.
En los órganos o partes del cuerpo encontramos parálisis: cerebral, de la cara, de los músculos del globo del ojo (rectos externos), del nervio óptico, de los párpados (superiores, por frío), del nervio auditivo (audición disminuida), de los nervios de la olfación (olfato disminuido), de la boca (lengua, difícil o falto de habla), de la garganta (esófago, faringe, post-diftérica), de la laringe (de las cuerdas vocales, perdida de la voz), del recto (esfínter del ano), de la vejiga (retención forzosa parece paralizar la vejiga, después de hiperdistensión, sin deseo después del parto, en gente mayor, del esfínter), en extremidades (hemiplejía). Convulsiones: con parálisis, después de convulsiones parálisis de un lado, epileptiformes y epilépticas.
«En primer lugar, Causticum presenta una gran debilidad, como la que caracteriza a las sales de potasio en general, pero en Causticum se trata de una «debilidad como de desfallecimiento o de una pérdida de las fuerzas, con temblor». En esto se parece a Gelsemium. Posee otro síntoma, también ligado a su debilidad general, que igualmente lo asemeja a Gelsemium: la «caída de los párpados». Sepia, Causticum y Gelsemium forman el trío de medicamentos que tienen este síntoma peculiar en muy alto grado. Ahora bien, la debilidad de Causticum progresa hasta llegar a constituir una «parálisis de aparición gradual». En verdad, la parálisis es un hecho común en Causticum y la forma generalizada ataca el lado derecho (Lachesis el izquierdo), aun también presenta parálisis locales como, por ejemplo: de los órganos vocales, de los músculos de la deglución, de la lengua, de los párpados, de la vejiga y de las extremidades» (Nash).
«Muy característica es del medicamento la parálisis de regiones aisladas o de nervios aislados, por lo que puede estar indicado en la parálisis facial, particularmente cuando ésta resulta por exponerse a los vientos fríos y secos; también puede estar indicado en la ptósis que resulta de la misma causa. Causticum está indicado aun en la parálisis lingual, cuando la deglución y el habla está más o menos perturbadas; en la parálisis de los labios y en la parálisis glosofaríngea. En esta última enfermedad no puede alcanzar notable mejoría ningún medicamento. La laringe, lo mismo que la vejiga, pueden ser afectadas. Estos son ejemplos demostrativos de las parálisis locales que caen bajo el dominio de Causticum. Estas parálisis pueden ser causadas por acciones nerviosas, profundamente desarrolladas y muy especialmente por la exposición al frío, sobre todo, a un frío intenso invernal, cuando el enfermo tiene diátesis reumática… También podemos encontrar indicado a Causticum en la parálisis ocasionada por la apoplejía, no para los resultados inmediatos del ataque, ni para la congestión, tampoco para el exudado, sino para los síntomas tardíos, cuando después de la absorción del derrame sanguíneo, permanece todavía la parálisis del lado opuesto del cuerpo» (Farrington).
«En la vejiga hay un estado muy interesante en que está indicado Causticum. Hay una debilidad o parálisis de los músculos de la vejiga por lo que la orina se expele despacio y con gran esfuerzo, o se retiene; es de valor en la parálisis de la vejiga después del parto con retención de orina. También se observa debilidad del esfínter de la vejiga, con demasiada facilidad para que se escape la orina y en los niños pasa involuntaria e inconscientemente por la noche, especialmente después del primer sueño, o durante el día con la más ligera excitación o exceso de ejercicio. Hay pérdida de sensación en la uretra» (Pierce).
«Resumiendo, Causticum se caracteriza por cambios graduales, empezando con una hiperreactividad inicial, gran susceptibilidad ante las injusticias y ante la autoridad, y anarquía; esto progresa a parálisis del sistema neuromuscular, miedos y presentimientos y, finalmente, una imbecilidad pasiva. El objetivo principal de la patología es el sistema nervioso, que muestra paralisis asociada a fases iniciales de calambres y sacudidas, con dolores como descargas eléctricas en la parte afectada» (Vithoulkas).
5. Dolor como en carne viva, en: nariz (coanas posteriores), garganta (úvula, por la mañana, durante la tos), laringe (por la mañana, durante la tos), tráquea (durante la tos), pecho (por la mañana, durante la tos), región lumbar, hemorroides, vulva.
Otros dolores importantes de Causticum son: Ardiente, en: oído, garganta, recto después de la defecación, uretra durante la micción. Desgarrador, en: occipucio, cara, oído, dientes, extremidades, articulaciones y músculos. Calambroide, en: estomago, abdomen, espalda, riñones. Punzante, en: sienes, oído, cara durante el escalafrío, abdomen, recto (ano), testículos, pecho (corazón, esternón), espalda, huesos. Tironeante, en: cabeza, ojo, oído, nariz, cara, dientes, abdomen, recto, garganta lado derecho, laringe, espalda (coxis), extremidades (antebrazo, manos, articulaciones de los dedos de las manos, rodillas, pies), músculos, huesos.
«Quiero llamar particularmente la atención sobre la sensación de llaga o de carne viva de Causticum. Se la encuentra en el cuero cabelludo, la garganta, la laringe, la tráquea, el pecho, el recto, el ano, la uretra y las erupciones. Observamos que la sensación de llaga no se parece a la de Arnica, que es una sensibilidad como de magulladura y principalmente muscular, ni tampoco a la de Rhus toxicodendron que es una sensibilidad dolorosa como por una torcedura y que se la halla más a menú en los tendones y en las aponeurosis o en los tejidos areolares; sino que en Causticum es una sensibilidad sobre todo, si no exclusivamente, de las superficies mucosas, como si las partes afectadas estuvieran en carne viva. Esta es una sensación importante y a la que se puede acordar una plena confianza… Además, hallamos en Causticum mucho ardor. Estos ardores se encuentran casi en cualquier parte del organismo y en esto vemos su semejana con Sulphur. Ahora debemos recordar que los ardores de Sulphur están asociados con prurito, los de Apis Mellifica con una sensación de picaduras y los de Causticum con una sensación de llaga» (Nash).
«Los dolores de Causticum son muy característicos. En el estado de paralisis, se producen característicos dolores fulgurantes (súbitos o rápidos) similares a descargas eléctricas en el área afectada. Alumina y Argentum Nitricum son más indicados para esta clase de dolores, pero no se debe olvidar Causticum. Por supuesto, hay toda clase de dolores calambroides y espasmos musculares en estos pacientes. Otro tipo de dolor Causticum es una sensación de desolladura, «como una herida abierta». Esto es más característico durante una bronquitis. El paciente sufre de una tos intensa acompañada de un dolor «en carne viva» en el tórax, que provoca que se lo aguante al toser» (Vithoulkas).
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Causticum por Lathoud
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Causticum por Kent
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Causticum por Farrington
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Causticum por Vijnovsky
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